El Economista (México) - Autos
DYNAMIC SAFETY ZONES
Volkswagen experimenta con maquinaria robotizada que será capaz de convivir lado a lado con el ser humano sin representar un peligro. Espacios más eficientes son sólo uno de sus beneficios
Los procesos de producción exigirán plantas más eficientes, más seguras y con mayor interacción hombre-máquina. Los robots serán más amigables.
En esta ocasión no te platicaré de la tecnología aplicada directamente a los vehículos del futuro. No tocaré tópicos como la capacidad de conducirse por sí solos, la total conectividad que dará paso a ciudades inteligentes en la que todos los entes estarán conectados, ni tampoco de sistemas de propulsión que emplearán energía más amigable con el medio ambiente.
FÁBRICA DEL FUTURO
Los procesos de manufactura y producción serán más complejos, inteligentes y seguros. Hoy estamos en los albores de la llamada Cuarta Revolución Industrial, en la que las máquinas dejarán de estar limitadas a recibir órdenes y comandos por parte de los seres humanos y serán capaces de aprender, determinar respuestas y actuar. Esta nueva rebelión estará basada en sistemas ciberfísicos en los que convivirán diferentes ramas de la tecnología como la digital, biológica y física; combinará infraestructura física con software, sensores, nanotecnología, tecnología digital de comunicaciones. Lo que hoy conocemos como nanotecnologías, neurotecnologías, robots, inteligencia artificial, biotecnología, sistemas de almacenamiento de energía, drones e impresoras 3D son el principio de la Cuarta Revolución Industrial.
MÁQUINAS SENSIBLES
Ahora imagina los beneficios para la industria automotriz que cuenta con miles de cadenas de producción en las que interactúan seres humanos, herramientas y robots. En este sentido, Volkswagen informó que trabaja en el desarrollo de un protocolo de actuación que permitirá una relación directa entre trabajadores y máquinas robotizadas sin poner en riesgo la seguridad de las personas. Les lla- ma Dynamic safety zones y funcionan mediante sensores y áreas identificadas por colores que detectarán la presencia y acercamiento de un técnico.
Hoy no existe fábrica que no cuente con barreras físicas que separen a robots de las personas. Su enorme fuerza, manejo de herramental peligroso o procesos muy delicados son algunas de las razones por la que trabajan por separado. Con las Dynamic safety zones ya no será necesario que una máquina detenga por completo su ciclo de producción si hay un operador cerca, una acción que afecta directamente a todo el proceso lo que conlleva a costosas pérdidas de tiempo. Además, al eliminarse las barreras físicas entre áreas, los centros de producción serán más eficientes, al ocupar menos espacios y recursos.
El suelo adyacente a cada robot está identificado por tres colores: verde, amarillo y rojo; cada uno corresponde a los tres grados de cercanía. En un sistema preliminar que sirve para hacer pruebas y mejoras, un investigador se acerca hacia la máquina robotizada; cuando pisa la zona verde no hay acción alguna; sin embargo, al hacerlo sobre la amarilla, la maquinaria ralentiza su funcionamiento como medida precautoria. Esta acción se hace más importante cuando se trata de brazos articulados que realizan funciones de soldadura o perforación; por ejemplo si una persona fuese alcanzada, las consecuencias podrían ser fatales. Una vez que el área roja fue invadida entonces se detendrán súbitamente todas las acciones; una vez que el operador regresa a la zona amarilla entonces comienza a trabajar.
Con este sistema habrá una mayor cooperación entre máquinas y técnicos, misma que podría llegar a niveles muy cercanos de interacción, ya que en una primera etapa, los esfuerzos se centran en aplicar este protocolo a los robots livianos, que son los que tienen un mayor potencial, ya que con ellos los operarios podrán manejar cargas pesadas y realizar un mayor número de operaciones.
Todo el mundo habla ahora de cooperación humanorobot. Queremos hacer que los robots industriales sean aptos para la cooperación con las personas”. Dr. Martin Gallinger, encargado del desarrollo de aplicaciones robóticas en Volkswagen.