El Economista (México) - Autos
Escuela de velocidad
Driving Performance es un programa desarrollado por Mercedes–Benz para capacitar a sus clientes a fin de que puedan aprovechar al máximo las cualidades de sus autos.
La marca de la estrella dispuso del autódromo Miguel E Abed, ubicado en el estado de Puebla, para conocer todas las novedades de los modelos preparados exclusivamente por la división AMG, la misma que fue fundada por los ingenieros Hans–Werner Aufrecht y Erhard Melcher en la ciudad de Grobaspach. Debido a su talento para desarrollar paquetes de mejora mecánica, Mercedes decidió contratarlos, y después comprar a la pequeña empresa, para colocarla como la división deportiva de la marca.
Los 3.3 kilómetros de longitud, sus 16 curvas y su dificultad técnica fueron el campo de pruebas para modelos como AMG A 45, CLA 45, C 43 4Matic, AMG GT R, GLE 63 Coupé, C 63 S, entre otros. Fueron justamente las condiciones de seguridad de un espacio diseñado especialmente para autos deportivos, así como la calidad de los instructores los ingredientes ideales para disfrutar una edición más del Driving Performance.
TRAZADO IDEAL
En el segmento de la pista comprendido entre la parte media de la recta posterior y la entrada a la curva peraltada se llevó a cabo el primero de los ejercicios. La dificultad de esta sección se debe a las continuas curvas de diferentes ángulos que obligan a transferencias de pesos muy rápidas que pueden llevar a un balanceo excesivo del auto y por ende, de la pérdida de agarre y control.
Los mejores exponentes para esta sección fueron el AMG A 45 y el AMG CLA 45 que, gracias a su bajo centro de gravedad, la dureza de la suspensión y precisión de la dirección, resultaba no solo fácil sino divertido trazar las curvas siguiendo la trayectoria marcada por los conos.
DIFERENCIAL AUTOBLOCANTE Y ACELERACIÓN EN CURVA
La prueba que nadie quiso perderse fue al momento de estar ante el volante del AMR GT R porque no sólo era estar ante una bestia de 585 caballos de potencia sino además experimentar el funcionamiento del Diferencial Autoblocante del eje trasero que puede controlarse desde el interior me- diante una perilla con la que configuramos el porcentaje de intervención del dispositivo. La ventaja de esta herramienta es que puede acelerarse a fondo en una curva y el sistema cambiará el grado de deslizamiento de las ruedas. Aplicándolo a 100%, no hay pérdida de tracción y la pisada es total en una curva.
SLALOM
El AMG A 45 se comporta como un misil capaz de seguir a su objetivo de forma automática. La diferencia es que nosotros tenemos el control total sobre la dirección con lo que cuenta nuestra destreza para pasar entre conos en el menor tiempo posible y sin tocarlos. Este modelo no sólo es rápido sino preciso para ir hacia donde le ordenamos al girar el volante.