El Economista (México) - Industria Automotriz
AUTOS ELéCTRICOS Y AUTóNOMOS
EMPRESAS ACELERAN EL PASO PARA SUBIRSE A NUEVA TENDENCIA
La producción, venta y consumo de vehículos eléctricos es una realidad global. De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (IEA, por su sigla en inglés), países como Noruega, los Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Francia, China y el Reino Unido superaron la cuota de mercado de 1% en el 2015, el cual es liderado por Noruega y los Países Bajos. En este año, China registró un auge en la venta de autos eléctricos.
Esta disrupción del mercado automotriz no surgió por generación espontánea, ni por un genio inventor de los motores eléctricos, sino que se ha desarrollado en América, Europa, Asia y África, como consecuencia de la cooperación en investigación y desarrollo de 29 países y la Unión Europea, asociados a la IEA —creada en 1994—, naciones que reaccionaron de manera positiva al llamado de las Naciones Unidas, en 1992, de reducir la emisión de Dióxido de Carbono (CO2), estrategia que se concretó en la reunión de la COP21 realizada en París, Francia, en diciembre del 2015, cuyo objetivo es reducir a menos de 2°C las emisiones de CO2 al 2020.
En su reporte Global EVOutlook 2016 del Foro Electric Vehicles Initiative (EVI), organismo de Clean Energy Ministerial, asociados a la IEA, explica que “el objetivo 20 por 20 del EVI apela a una flota de vehículos eléctricos de 20 millones para el 2020 en todo el mundo”, en respuesta a la declaración de París sobre “electromovilidad y cambio climático”, en cuyo llamado a la acción establece un objetivo global de despliegue de 100 millones de automóviles eléctricos y 400 millones de eléctricos de dos y tres ruedas hacia el 2030”.
El Foro Electric Vehicles Initiative sostiene en su informe que sin las políticas públicas de impulso a la industria automotriz eléctrica no se concretaría la cuota de mercado actual de 1% y de 0.5% para el segmento de los automóviles.
En este contexto, el foro EVI considera que los vehículos eléctricos, BEV y PHEV, contribuyen de manera importante en la reducción de emisiones de gases 2DS (AID 2 Grado Escenario) en el transporte, en la menor emisión de contaminantes en las urbes, así como en la disminución de los niveles de ruido.
En suma, los gobiernos se han dado a la tarea de determinar y establecer una serie de políticas públicas para impulsar el desarrollo de las tecnologías necesarias para la movilidad de los autos eléctricos: motores y baterías, además de ciertas normas que limitan la emisión de contaminantes y el ahorro de combustible. Incluyen apalancamiento financiero, como la tributación diferenciada de vehículos, y hasta exenciones en cuotas de estacionamiento y peaje.
En síntesis, las políticas públicas que determinan las autoridades deben incluir incentivos a la producción y consumo de los vehículos eléctricos, de acuerdo con datos de la ACEA (European Automobile Manufacturers’ Association).