El Economista (México) - Termómetro Económico
Los retos que enfrenta el peso
Es indiscutible la fuerte apreciación que ha experimentado el peso frente al dólar en las últimas semanas. Las razones que se le han atribuido para esta fortaleza son varias y muy diversas; sin embargo, es justo decir que los retos que aún enfrenta el peso son muchos y estamos lejos de poder cantar victoria
Apenas el 19 de enero del presente año, cuando el peso tocara su cotización mínima histórica frente al dólar al ubicarse en niveles de 21.96 pesos-dólar, varios analistas llegaron a estimar que el peso podría llegar a tocar niveles de 25 pesos para fin de año, sin embargo, al cierre del viernes pasado, el peso se ubicó en 18.74 pesos-dólar, lo que representa una apreciación del 14.66% equivalente a una recuperación de 3.22 pesos frente al dólar y a estar tan sólo 32 centavos del nivel en el que se ubicara el 8 de noviembre, día de la elección presidencial en los Estados Unidos.
Pero entremos en materia. En México el entorno es complicado. Tenemos fuertes presiones inflacionarias como lo demuestra el dato de inflación de la primera quincena de marzo que se ubicó en 5.2% en términos anuales como consecuencia de las presiones en el tipo de cambio que se experimentaron y el incremento en el precio de las gasolinas.
De hecho, este mismo jueves habrá que estar muy atentos a la decisión de la política monetaria que habrá de tomar el Banco de México, donde el mercado estima que subirá su tasa de referencia en al menos 25 puntos base, para mantener el diferencial con la tasa de referencia estadounidense tras el incremento que hiciera la Fed hace algunos días, y si bien es cierto que un incremento agresi- vo de nuestra tasa podría fortalecer aún más al peso en el corto plazo, también es importante ver qué porcentaje de la deuda del sector privado se encuentra a tasa fija, ya que de no contar con coberturas, el incremento de los costos financieros se transferirá a los consumidores y en su caso, ver cómo esto podría afectar al crecimiento económico de nuestro país.
El precio del petróleo es otro factor al que habrá que darle seguimiento estrecho por la correlación que tiene con nuestra moneda. El acuerdo de la OPEP para congelar las cuotas de producción se ha venido poniendo en duda como consecuencia del incremento de los inventarios en Estados Unidos, lo que ha generado presiones a la baja. De hecho, durante el fin de semana se reunió una comisión de la OPEP para analizar el tema.
Tal y como le habíamos anticipado en este mismo espacio, ante el aumento de los precios del petróleo detonado por el acuerdo de la OPEP, la producción en los Estados Unidos se ha incrementado, lo que podría llevar al traste los esfuerzos de la OPEP. La baja en el precio del petróleo no es alcista para el peso.
Para añadir volatilidad a los mercados, el miércoles la primer ministro de Gran Bretaña estará activando el Artículo 50 del Tratado de Lisboa para iniciar los trámites de divorcio entre ese país y la Unión Europea, el cual otorga un plazo de dos años para completarse y renegociar las condiciones de su relación.
Finalmente, el revés que sufriera Donald Trump en el Senado de los Estados Unidos para sustituir el Obamacare por su propuesta de salud, hizo que el peso y el IPC tuvieran sendas ganancias el viernes pasado al asumir los mercados que esto le complicara la implementación de sus otras propuestas de campaña como la reducción de impuestos que piensa implementar, o la construcción del muro y la renegociación del TLC.
Sin embargo, no es lo mismo proponer una ley de salud que, de acuerdo a la oficina de presupuesto del Congreso implicaba dejar sin cobertura de salud a 24 millones de personas, implementar una reforma fiscal que reduzca los impuestos.
Falta un largo camino por recorrer donde la única constante será la volatilidad, y el peso se verá afectado. ¡No deje de tomar coberturas!