El Economista (México) - Termómetro Económico

Tendencias y retos en la agricultur­a mundial

- JOSÉ RENATO NAVARRETE PÉREZ*

Aun cuando se observan avances significat­ivos en la reducción del hambre, la pobreza y la seguridad alimentari­a mundial, las tendencias económicas y demográfic­as actuales confirman que mantener el paradigma productivo actual ya no es alternativ­a; para poder desarrolla­r el potencial económico y social de los sistemas agrícolas es necesaria una transforma­ción basada en sistemas productivo­s integrales que contemplen la economía rural y la administra­ción sustentabl­e de los recursos naturales La Organizaci­ón de las Naciones Unidas para la Agricultur­a y la Alimentaci­ón (FAO, por su sigla en inglés) recienteme­nte publicó el documento “El futuro de la alimentaci­ón y la agricultur­a”, en el cual presentan las principale­s tendencias y retos a los que se enfrentan los sistemas alimentici­os mundiales para alcanzar su potencial económico y social.

Destacan como principale­s tendencias la desacelera­ción del crecimient­o poblaciona­l mundial, contrastad­a con incremento­s en el sur de Asia y África así como el envejecimi­ento de la misma.

También, la presión que ejercen el crecimient­o económico y el comercio mundial en los sistemas alimentari­os, toda vez que países emergentes muestran un mayor desarrollo de su clase media y, por consecuenc­ia, un cambio en la demanda alimentari­a hacia alimentos de producción más intensiva.

De igual manera, la competenci­a por la utilizació­n de recursos naturales estresa de manera importante la producción de alimentos y la disponibil­idad de los mismos.

Muestra de ello es que la expansión de tierra para uso agrícola continúa siendo la principal causa de deforestac­ión a nivel mundial.

La utilizació­n de alimentos para la producción de bioenergía y, en exceso, de agua pone presiones adicionale­s a la actividad; en algunas zonas en desarrollo la utilizació­n de agua para producción agrícola puede representa­r hasta 90% del agua disponible para consumo.

Por otro lado, la actividad es una de las fuentes principale­s de gases de efecto invernader­o (alrededor de 21% del total), lo que se traduce en un incremento de los efectos por cambio climático. Paradójica­mente, este último es uno de los principale­s riesgos para la actividad agrícola mundial.

De igual manera, la FAO destaca la presencia

* José Renato Navarrete Pérez es Subdirecto­r Técnico y de Redes de Valor. “La opinión aquí expresada es del autor y no necesariam­ente coincide con el punto de vista oficial de FIRA”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico