El Economista (México) - Turismo
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Aunque la renta de casas para vacacionar es una práctica añeja, potenciar el alcance de esa oferta a través de una plataforma global ha desatado el recelo del gremio hotelero
Airbnb es una plataforma comunitaria que conecta a personas que buscan un lugar donde hospedarse con aquellas que cuentan con un espacio para alquilar.
No son hoteles ni la competencia de éstos porque van dirigidos a un viajero diferente que gusta de la experiencia de interactuar directamente con la gente local, ocupando las viviendas que ésta ofrece, reveló el gerente de la firma para Latinoamérica, Jordi Torres.
Aclaró que esta aplicación ha atendido a más de 35 millones de viajeros y su éxito radica en dar seguimiento y certeza al usuario, desde la reserva hasta que recibe el servicio que le fue prometido.
Agregó que el anfitrión se queda con 90% de la renta. Actualmente, Airbnb cuenta con más de 1 millón 200,000 propiedades registradas en 200 países. Para los hoteleros, plataformas como las de Airbnb representan una competencia desleal porque no cumplen con todas las normas que exige la ley para prestar servicios de hospedaje, según el presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, Rafael García.
Criticó que a los establecimientos afiliados a esta plataforma se les exima de pagar los mismos impuestos o de cumplir con toda la tramitología que rige la operación de un hotel.
La presidenta del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos, Ana Patricia de la Peña, afirmó que lo más riesgoso de no regular esta oferta de hospedaje es que el turista obtenga una mala experiencia que repercuta en el deterioro de la imagen de los destinos mexicanos.