El Economista (México) - Turismo
Aeropuertos aledaños al DF solos
La estrategia de estas terminales será recibir el tráfico excedente y fortalecer sus propios mercados
El crecimiento en la demanda de servicios aeroportuarios dará viabilidad a los aeropuertos aledaños al Distrito Federal, aun después de que se inaugure la primera etapa de su nueva terminal, estimó el director General de Aeronáutica Civil, Gilberto López Meyer.
Explicó que la actual saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México provoca que las aerolíneas trasladen algunas de sus operaciones a los aeródromos alternos, los cuales deberán aprovechar la oportunidad para fortalecer sus propios mercados antes de que se amplíe la capacidad de la terminal capitalina.
Informó que las terminales aéreas de Toluca, Querétaro, Puebla y Cuernavaca tienen capacidad para mover en conjunto a cerca de 12 millones de pasajeros, de los cuales actualmente sólo transportan alrededor de 2 millones.
“Cuando el mercado de la ciudad de México llegue a 60 o 70 millones de pasajeros vamos a tener una actividad muy intensa, no sólo en el aeropuerto capitalino, sino en las terminales circunvecinas, pero eso es cuestión del desarrollo de los mercados”, desglosó.
El fenómeno de traslación de operaciones a las terminales aledañas, que esperábamos en el 2008, lo vamos a empezar a ver muy pronto, ya que hay una demanda creciente de servicios”,
Gilberto López Meyer, director general de Aeronáutica Civil
También destacó que la idea de crear un Sistema Metropolitano de Aeropuertos (SAM) no sólo fue oportuna sino necesaria, y el hecho de que no esté funcionando como se esperaba obedece a cuestiones impredecibles del mercado, como fue el cese de operaciones de varias aerolíneas, entre ellas, Mexicana.
“Estamos convencidos de que lo que se hizo en los aeropuertos periféricos fue una buena decisión. Todos tienen una capacidad de crecimiento importante. Querétaro es el único que requiere inversión, pero el resto está listo”.
El directivo advirtió que se puede acelerar el desarrollo de los aeródromos metropolitanos a través de incentivos fiscales, reducción en los costos de operación y mejoras a las vías de acceso, además del abaratamiento del combustible, entre otras medidas.