El Economista (México) - Turismo
EL PARAÍSO DE LA PAZ
Al pie del Pacífico, este Pueblo Mágico cautiva con su esencia serena y multicultural
Todos Santos, en Baja California Sur, cautiva con su personalidad multicultural
TODOS SANTOS, Baja California Sur. El trazo asfáltico de la carretera Transpeninsular, que conecta a Los Cabos con la ciudad de Todos Santos, presume escenarios que llaman a la aventura: de un lado, siluetas montañosas que, dicen los guías, conducen a verdaderos paraísos para los amantes del montañismo, y al pie del Pacífico, un mar azul intenso que se muestra sereno a la distancia entre cientos de cactus que nacen de la arena.
El arribo matutino a Todos Santos, ciudad que pertenece al municipio bajacaliforniano de La Paz, permite aprovechar mejor el tiempo y disfrutar un desayuno que calibre la propuesta gastronómica del destino. Así, una parada en el restaurante La Santeña, alojado en el hotel Casa Tota, luce ideal para cumplir con este primer objetivo.
Siguiendo las recomendaciones del mesero, conviene probar un poco de cada uno de los platillos emblemáticos de este restaurante, entre los que destacan las tostadas de birria, el burrito de pescado y una ensalada orgánica servida entre aros de pepino, vinagre balsámico y tomate cherry.
Sin embargo, una de las recetas que más gusta a los clientes del restaurante es la sopa fresca: pasta casera preparada en caldillo de jitomate y montada sobre trozos de pan, a manera de tapa, con huevo en la cima. “Es un platillo típico de La Baja”, dice con orgullo el joven a cargo del servicio y lo que sigue es disfrutar un café bien caliente que elimine la pereza de tajo antes de salir a caminar.
El sol pega de lleno en Todos Santos y obliga a buscar el descanso momentáneo que brindan las sombras de un lado de la acera.
De pie, frente a la calle más transitada se aprecian múltiples tiendas de artesanías, galerías de arte, cafeterías y hoteles que invitan a pasar; sin embargo, el descubrimiento de unas estatuas situadas en lo alto de las casas, junto a los balcones más altos, entretiene la vista de los viajeros y revela una singular historia que da nombre a este Pueblo Mágico.
“Una creencia popular era que estos santos protegían a los habitantes de las casas, de ahí toma su nombre este pintoresco poblado”, cuenta la encargada de una galería ubicada bajo la mira de uno de estos guardianes que parecen flotar entre tiras de papel picado que acentúan la mexicanidad del espacio. El andar de los turistas entre las tiendas y los restaurantes llena buena parte del día en esta zona del destino.
todos los caminos llevan al centro
El centro de la ciudad reúne atractivos turísticos como la Misión de Todos Santos, que funge en realidad como el ícono de este Pueblo Mágico, muy cerca de la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar y del teatro General Manuel Márquez de León, que abre sus puertas a partir de las 8 de la mañana y recibe buena parte de los eventos culturales que se realizan en el destino.
En medio de estos recintos, una minúscula plaza alberga un quiosco alrededor del cual es común observar a niños corriendo en círculos; es entonces cuando la tranquilidad del poblado contagia más su ánimo sereno a los viajeros que observan el transcurrir de la vida cotidiana sentados en las bancas.
Algunos miradores que salen al paso dirigen la vista hacia la costa, descubriendo el vaivén de las playas del oceáno Pacífico en la distancia y, en la cercanía, la escultura de una ballena que da cuenta del orgullo que representa para los todosanteños el arribo de uno de sus visitantes más distinguidos, el cual también atrae la atención de miles de personas que llegan hasta estas tierras de Baja California Sur para tomar excursiones en lancha y observar a los gigantes marinos.
Al nivel del mar, playas como Los Cerritos, Los Esteres y Punta Lobos son las preferidas por los surfistas, pero también congregan a los turistas que disfrutan caminar en su orilla para disfrutar del rumor que desprende el movimiento de sus aguas. Todos, inmersos en la atmósfera relajada y multicultural de una ciudad que emerge en la oferta turística de Baja California Sur como una joya de paz y tranquilidad.