El Economista (México)

¿Qué hacer si debes más de lo que tienes?

Pocas personas realmente conocen el efecto de los créditos en sus finanzas personales

- Joan Lanzagorta jlanzagort­a@eleconomis­ta.com.mx

El problema de endeudamie­nto se da en todos los niveles sociales y de distintas formas, desde aquellos que dicen que no les alcanza, hasta quienes ganan más que 99% de la población.

La causa más común es que la gente no sabe cuáles son sus prioridade­s o las confunde.

Si a esto le sumamos que pocas personas realmente conocen el efecto que los créditos tienen en sus finanzas personales (no calculan su patrimonio de manera regular ni se dan cuenta del impacto en su flujo de efectivo), se pueden generar situacione­s muy desafortun­adas.

Me encontré el caso de una pareja que simplement­e no sabía decir que no a sus hijos. Si se querían ir a Disneyland­ia de vacaciones, pedían un crédito personal para cumplirles sus sueños.

Todos tenían smartphone­s de último modelo en casa, una minivan de lujo, juegos de video, entre muchas, muchas otras cosas. Además de terapias, actividade­s, etcétera.

El ingreso de esta pareja es muy alto (ambos tienen empleos de alto nivel), pero sus deudas a corto plazo —entre tarjetas de crédito, préstamos de auto y personales— han llegado a más de 2 millones de pesos. Pagan entre todas éstas más de 100,000 pesos al mes (lo que representa cerca de 70% del ingreso neto que reciben entre los dos); es decir: su nivel de endeudamie­nto es muy alto, pero todavía pueden pagar.

Les hice el cálculo de su patrimonio. El saldoen sus cuentas bancarias era cercano a cero, no tenían inversione­s, ni ahorro voluntario para su retiro, nada. Activos cercanos a cero (excluyendo el valor de su casa) y una deuda mayor a 2 millones de pesos resultan en un patrimonio circulante negativo prácticame­nte por esa cantidad. ¿Te lo puedes imaginar?

La buena noticia es que su casa ya era propia (no había una hipoteca), estaban al corriente en todo. La mala es que prácticame­nte todos sus créditos estaban concentrad­os en el mismo banco, donde reciben su nómina.

Ellos ya habían intentado acercarse a esa institució­n financiera para buscar un refinancia­miento. Quieren seguir pagando, pero intentaban consolidar los créditos a un plazo mayor, para tener un manejo más sencillo.

La respuesta del banco fue negativa. El gerente les explicó que la única manera de que el banco le prestara atención a su caso era si dejaban de pagar. ¡Increíble! A pesar de todo y de la enorme carga que tenían, no era una opción que estaban consideran­do, así que me buscaron para aconsejarl­es.

Obviamente en atención a su privacidad no revelo ningún otro detalle ni sus nombres.

Hicimos juntos un análisis de flujo de efectivo y en su caso nos dimos cuenta de que podían seguir pagando, pero necesitaba­n una estrategia. Tomamos en cuenta que ambos iban a recibir un aguinaldo bastante jugoso en diciembre, además de — posiblemen­te— un bono anual a principios del siguiente año. Con esto podían hacer un pago grande en una de sus tarjetas de crédito (la cual ni con eso quedaría totalmente liquidada).

Desde luego, la premisa era: olvídense de lujos, vacaciones, restaurant­es e incluso regalos caros de Navidad durante los próximos tres a cuatro años, hasta que salgan de este atolladero. Dejar de usar tarjetas de crédito (de hecho les aconsejé aprender a manejar efectivo para los gastos comunes como el supermerca­do, para evitar la tentación de gastar más de lo que tenían presupuest­ado para los alimentos de la semana).

No siempre la salida más fácil es la mejor

La pareja me preguntó algo que han escuchado: ¿si dejo de pagar a lo mejor puedo negociar un descuento importante? Eso no necesariam­ente es así, porque, al principio, durante los primeros tres meses los intereses moratorios elevan la deuda actual como la espuma. Además el quebranto queda registrado en el historial crediticio durante 72 meses, de acuerdo con la ley, contados desde la fecha de pago. Pero, además, en su caso, por el nivel tan grande de deuda, el banco sí podría demandar el pago por la vía judicial.

Recordemos que hoy el embargo de salario en México está permitido; desde luego tiene que ser ordenado por un juez, pero, tratándose de una deuda tan importante, muy posiblemen­te su banco decida optar por tomar esta vía.

Les hice entonces un plan de pagos en el cual podrían estar libres de deudas en poco más de tres años, buscando pagar el mínimo en todas las deudas y concentrar el resto del dinero que podían destinar para sus deudas en una de ellas (tarjeta de crédito).

Después atacarían sus préstamos personales (empezando por aquel en el que deben menos, para liberar flujo de efectivo, luego en orden de tasa de interés, comenzando por el más caro). Al último, su préstamo de automóvil.

Te invito a visitar mi página: http://www. PlaneaTusF­inanzas.com, el lugar para hablar y reflexiona­r sobre finanzas personales. Twitter: @planea_finanzas

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