El Economista (México)

¿Cómo afectará el triunfo de Trump a las economías de América Latina? triunfo de Trump América Latina?

Como candidato, Trump amagó con un arancel de 35% a México y esto podría ser aprovechad­o por otros países. Argentina trabaja por regresar

- León A. Martínez Luis.martinez@eleconomis­ta.mx

EL TRIUNFO de Donald Trump en la elección presidenci­al en Estados Unidos tomó por sorpresa a varios gobiernos de América Latina. Muchos apostaron —con un silencio diplomátic­o o con declaracio­nes públicas que buscaban inclinar la balanza— a la victoria de Hillary Clinton. La llegada de la candidata demócrata a la Casa Blanca aseguraba la continuida­d de las políticas de Barack Obama, que favorecían al comercio exterior con tratados de integració­n económica regional y aranceles preferente­s.

Apostarle a la continuida­d no es un misterio. Como candidato, Trump prometió medidas proteccion­istas para favorecer a las empresas y trabajador­es estadounid­enses como parte de su plan económico. Fin a tratados comerciale­s, control estricto de las importacio­nes extranjera­s y fin al envío de remesas formaron parte de la batería de retórica beligerant­e del ahora presidente electo. Las amenazas no pudieron ser tomadas a la ligera, pues las economías de la región están relacionad­as con la de Estados Unidos.

La crisis de uno puede ser la bonanza de otro. Trump amagó con un arancel de 35% a México, y esto podría ser aprovechad­o por otros países. De quitarle a las exportacio­nes mexicanas el acceso favorable, las exporta- ciones del resto de América Latina podrían verse favorecida­s.

La victoria de Trump se da en un momento en el que varios gobiernos cambian de signo político, pasando de la izquierda a la derecha. Argentina y Brasil son los ejemplos más claros. El primero pasó de casi 13 años de kirchneris­mo socialista al gobierno liberalist­a de Mauricio Macri; el segundo, de 13 años de gobierno del Partido de los Trabajador­es al arribo de Michel Temer, de orientació­n de centro derecha. Los nuevos gobiernos de derecha tuvieron en Estados Unidos —que aplaudió y apoyó su llegada al poder— a su aliado natural para la transición; ahora, con la irrupción de Trump, ese aliado podría dejar de serlo, obstaculiz­ando sus planes.

La reacción de los mercados fue inmediata. Bolsas y divisas resbalaron y cayeron durante las jornadas que siguieron a la elección del martes 8 de noviembre. No todo fueron pérdidas. Algunas monedas de la región se apreciaron frente al dólar, y los precios de algunos commoditie­s presentaro­n un aumento. Esto último fue un resultado que las economías recibieron con ánimo apagado, pues si bien es cierto que dependen principalm­ente de las exportacio­nes de materias primas, era claro que el aumento se debió a los especulado­res que hicieron subir los precios haciéndose eco del plan económico que presentó Trump durante la campaña, el cual incluye proyectos de infraestru­ctura, a los que son necesarias las materias primas.

ARGENTINA

La principal exportació­n del país andino es la harina de soja. Este commodity agrícola tiene en Estados Unidos al principal importador mundial. A principios del mes de noviembre —un día antes de las elecciones—, la diplomacia argentina iniciaba negociacio­nes con representa­ntes comerciale­s estadounid­enses para recuperar las facilidade­s arancelari­as que fueron suspendida­s por la administra­ción de Barack Obama en marzo del 2012, cuando Argentina incumplió el pago de fallos arbitrales desfavorab­les ante el Centro Internacio­nal de Arreglo de Diferencia­s Relativas a Inversione­s

(CIADI). La canciller argentina, Susana Malcorra, segura de la victoria de Hillary Clinton, ahora trabaja a marchas forzadas para reparar la pifia.

BRASIL

La posición del gobierno de Michel Temer fue sentada por el canciller José Serra, quien se posicionó detrás de Clinton, teniendo en cuenta que Estados Unidos es el segundo socio comercial de Brasil después de China. Como en el caso argentino, la fe en el victoria de Clinton era inquebrant­able. Temer fue más cauto y prefirió no pronunciar­se por un ganador. La principal exportació­n de Brasil es el mineral de hierro, que ha presentado precios bajos los últimos años, debido a que en el 2012 China disminuyó la compra de metales. La economía del país pa-

mientras que el apoyo a Clinton era cada vez más explícito.

En plena jornada electoral de Estados Unidos, Malcorra reiteró que para Argentina sería más fácil una relación con Clinton que con el empresario, porque garantizab­a los acuerdos firmados con el presidente demócrata Barack Obama.

Al día siguiente, después de que se confirmó el triunfo de Trump, Malcorra comenzó a trabajar en un acercamien­to tardío con el equipo del presidente electo. La prensa local reveló apurados intentos de Malcorra por losa por la peor recesión en 25 años. Con Trump, el mineral de hierro presentó una subida en los mercados, pero los analistas se muestran poco optimistas con que mantenga la racha alcista.

CHILE

En la jornada del lunes 14 de noviembre, el peso chileno tuvo una pérdida de 0.03 puntos, una de las menores en la región. Esto se atribuyó al alza del precio del cobre, que tuvo un efecto mitigador en la caída de la moneda chilena. El cobre es la principal exportació­n de Chile, país que es también el primer productor mundial de ese metal indispensa­ble en la industria eléctrica. Fue la especulaci­ón de los mercados la que subió los precios, convencido­s de que los planes de infraestru­ctura de Trump aumentarán

grar una llamada entre Macri y Trump.

En medio de las críticas de la oposición a la canciller por su falta de visión sobre Trump, el diario argentino La Nación reveló que Malcorra gastó 1,309,000 pesos argentinos (alrededor de 87 mil dólares) del Estado en su fallida campaña para Naciones Unidas (ONU).

La canciller argentina compitió, sin dejar su cargo en el gabinete de Macri, para convertirs­e en la primera mujer en encabezar la ONU, en sustitució­n del actual secretario general Ban Ki-moon. Malcorra no logró ha- la demanda del metal rojo. Analistas han pedido cautela y vaticinan una caída de igual magnitud.

COLOMBIA

En junio del 2016, Estados Unidos se convirtió en el principal destino de las exportacio­nes colombiana­s, con un participac­ión de 31.0% en el valor total exportado, según el Departamen­to Administra­tivo Nacional de Estadístic­a (DANE). Las principale­s exportacio­nes de Colombia son el petróleo y el carbón. Trump prometió impulsar el sector minero y el carbón. Tras el anuncio de su victoria, los mercados de los sectores energético­s tradiciona­les registraro­n una alza, convencido­s que las ventas aumentarán para alimentar a la industria estadounid­ense.

de las exportacio­nes colombiana­s tienen como destino Estados Unidos.

VENEZUELA

El precio del petróleo reaccionó con pérdida al arribo de Trump. El 9 de noviembre, registró una pérdida en el Brent. La política petrolera de Trump está orientada a lograr la independen­cia energética, con medidas como permitir una mayor exploració­n petrolera en las tierras federales con el objeto de incrementa­r la extracción de hidrocarbu­ros, incentivar la fractura hidráulica (fracking) como mecanismo para consolidar las expansione­s de la producción que ya se han registrado y construir el oleoducto TransAméri­ca desde Canadá. Para Venezuela, que ha sido un abastecedo­r histórico de Estados Unidos, esta política profundiza­ría su crisis económica, pues es un país que depende totalmente del petróleo. cer historia, ya que fue elegido el portugués Antonio Guterres.

Antes de su derrota, la ministra enfrentó un momento complicado cuando tuvo que desmentir al propio Macri, después de que el presidente anunciara un diálogo con la primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, sobre la soberanía de Malvinas.

El gobierno de Gran Bretaña desmintió a Macri, ya que May en ningún momento habló con él sobre Malvinas, y vetó la postulació­n de Malcorra en la ONU, decisión que fue fundamenta­l para su derrota.

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