AMLO económico
Es en el marco de las ineludibles restricciones presupuestales donde se aprecia la brecha de contradicción en la propuesta económica de AMLO.
Algo que todo el mundo sabía se confirmó el domingo en el congreso que el partido Morena celebró en Azcapotzalco: Andrés Manuel López Obrador se lanza por la Presidencia en las elecciones del 2018. ¡Todo un acontecimiento! Si los gringos ya escogieron a su populista carismático, ¿por qué México se va a quedar atrás? AMLO ya prometió la instauración en el país de la justicia y la fraternidad universal. ¿Pero cómo será su política económica?
En esencia, más de lo mismo que en su momento prometió en el libro Proyecto alternativo de nación con algunas novedades sorprendentes por su formación ideológica. Me parece excelente que en estos tiempos el tabasqueño haya incluido en su discurso político la necesidad de “mantener el equilibrio económico y respetar la autonomía del Banco de México”. Sin embargo, parece dudoso que eso pudiera lograrse en su gobierno dada la letal fórmula implícita en su propuesta económica de bajar impuestos y fuentes de ingreso a la vez de elevar todo tipo de gastos, sueldos y salarios y subsidios.
Construir una cadena de refinerías en el país, bajar el precio de los combustibles, dar becas a los jóvenes que han sido rechazados de las universidades, ofrecer créditos subsidiados a las pequeñas y medianas empresas además de duplicar las pensiones a los adultos mayores y muchos otros desembolsos con contenido social inmaculadamente bien intencionados suena muy bien y parece muy deseable. El problema reside siempre en encontrar los recursos frescos para financiarlos. En particular, en un contexto en el que se promete que se reducirá el IVA en la frontera y no habrá necesidad de aumentar impuestos ni de endeudar al país. ¿Cómo se logrará la finalidad de “cero endeudamiento” con un programa plagado de gastos de todo tipo y reducción de ingresos?
Es, no por casualidad, en el marco de las ineludibles restricciones presupuestales en donde se aprecia la brecha de contradicción que existe en la propuesta económica de AMLO. ¿Cómo va a convertir al sector energético en palanca del desarrollo nacional a la vez de bajar los precios de los combustibles sin una disposición muy amplia de fondos que únicamente pueden provenir de impuestos o de la contratación de créditos? ¿Cómo se le ocurre revertir las reformas estructurales en el sector energético si éstas tienen precisamente la finalidad de conseguir los fondos y la tecnología de que el país carece para impulsar ese ramo?