Guía espiritual empuja a la presidenta surcoreana al abismo
POCAS VECES los fenómenos paranormales han provocado tanto daño a la política surcoreana como el que sufre actualmente la presidenta Park Geun-hye. Desde octubre, su renuncia es exigida por miles de manifestantes de varias ciudades de Corea del Sur. Un canal de televisión local reveló el contenido de una computadora cuya propietaria es Choi Soon-sil, amiga y “asesora espiritual” de la presidenta Park.
Entre los archivos dados a conocer se encuentran documentos con información clasificada. Como caja de Pandora, la investigación ha dejado perplejo a todo el país: Park ha pedido asesoría a Choi para realizar nombramientos de gabinete y tomar decisiones importantes como cerrar o no el polígono industrial en Kaesong, un proyecto conjunto con Corea del Norte.
Choi es seguidora de la Iglesia de la Vida Eterna. No sólo se apropió del destino político de todo un país sino de más de 65 millones de dólares.
El domingo pasado la Fiscalía declaró a la mandataria Park como cómplice de Choi, y el martes, el consejo de ministros aprobó un proyecto de ley para crear un comité de investigación independiente por supuestos delitos de corrupción y tráfico de influencias.
El fiscal tiene pruebas sobre la cooperación de Park con Choi Soon-sil para presionar a más de 50 empresas con el fin de que aporten donaciones monetarias a dos fundaciones.
La presidenta se niega a dimitir aunque sí pidió perdón, y justificó la ayuda de su guía espiritual por motivos de soledad. “Desde que llegué al palacio presidencial he vivido una vida solitaria”.
El espíritu que prometió a Park buena suerte, está en la cárcel.