Premian a la artista Marcela Piña Luján
PREMIO JAGUAR INTERNACIONAL DE LAS ARTES
“ARTE IGUAL a libertad, libertad igual a paz y paz igual a felicidad. Todos los niños podemos ser artistas, toda vez que pintar es divertido, nos hace mejores personas y nos aleja de la violencia”, este fue el mensaje de Isve Guerrero Velázquez, presidenta honoraria vitalicia de la Fundación que lleva su nombre al otorgar el premio Jaguar Internacional de las Artes a la artista plástica Marcela Piña Luján.
Con apenas siete años de edad, Isve Guerrero y los demás creadores del premio tienen muy claro que el arte tiene la capacidad de transformar ciudadanos responsables y crear mejores personas.
Ese es el caso de Marcela Piña Luján, quien el pasado viernes fue reconocida con este premio por su mural “Mujer, naturaleza y libertad”, que realizó en el centro femenil de rehabilitación social de la Ciudad de México.
Marcela, quien en cada obra expresa su amor por la naturaleza, tuvo sus inicios en 1972 en el taller de Álvaro Blancarte. Con sensibilidad conservacionista, caracterizada por la viveza de colores y el juego de texturas, asegura que un momento que ha marcado su obra, y sobre todo su vida, fue su paso por el centro de rehabilitación.
“Agradezco profundamente la distinción que hoy me otorgan, este reconocimiento significa mucho porque algo que de cualquier manera hubiera hecho, hoy a mis años se me reconoce”.
En entrevista, la pintora aseguró que en su mural intentó plasmar el anhelo interior de libertad de las internas y su esperanza por alcanzar el retorno con sus familias; “busqué que en ese breve espacio los barrotes fueran sustituidos por árboles y plantas, así como imágenes que evocan paisajes y animales, que por su condición de reclusión les resultaban distantes.
“En las semanas de realización tuve la oportunidad de conocer el entusiasmo de las internas, por lo que me propuse y puse en marcha el taller de artes plásticas con el fin de fomentar el desarrollo artístico y apoyar el camino de la reinserción de las internas”, dijo.
Un proyecto que comenzó por casualidad se extendió por más de tres años. “En ese tiempo, el taller tocó la vida de cerca de 40 mujeres de distintas personalidades y procedencias, pero que encontraron en el arte un refugio y apoyo a su rehabilitación, llegando a montar exposiciones de sus propias obras.
“Con la pintura vuela la imaginación y regresa la libertad, las chicas olvidaban por un momento que estaban presas, tenían una ilusión y al final, salían con una semillita del arte y casi todas siguieron pintando”, explicó la artista.
“Muchas historias, unas muy tristes, otras injustas, otras reales; hoy después de tantos años mantengo contacto con algunas de esas mujeres que se encuentran incluso en otros países, de ellas tengo su agradecimiento por el apoyo que el taller significó en aquella etapa de sus vidas.
“Yo les agradezco haberme permitido apoyarlas y darle a mi actividad como pintora un sentido adicional que trasciende lo artístico y se refiere al compromiso social y a lo humano, fue por ello una de las etapas más gratificantes de mi vida (…) Hoy sigo pintando diariamente, tratando de plasmar en mis obras el amor por la naturaleza y el compromiso que como humanidad tenemos por preservarla”, expresó durante su emotivo discurso.
La entrega de reconocimiento se llevó a cabo en el Senado.
Con la pintura vuela la imaginación y regresa la libertad, las chicas olvidaban por un momento que estaban presas, tenían una ilusión y al final, salían con una semillita del arte”. Marcela Piña Luján. Fue reconocida por su mural “Mujer, naturaleza y libertad”, que realizó en el centro femenil de rehabilitación social de la CDMX.