En la FIL con los hombres verdes
El pasado viernes fui invitado a la XXX Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, Jalisco, para presentar un libro de mi amigo el caricaturista de esta casa editorial, Salvador del Toro, que firma sus trabajos como Chavo —pero dibuja como persona mayor—.
El libro que presentamos, el periodista Javier Risco; el caricaturista de estilo único, Bulmaro Castellanos Magú; el artista gráfico José Antonio Baz Nungaray, mejor conocido como Jabaz; y el que redacta lo que usted lee, se llama Joder a México. Yo sugerí que debería titularse Jodeer a México, así con doble e.
El contenido de la muy bien confeccionada obra, son caricaturas de actualidad en las que el autor, con personalidad propia en el dibujo y con un humor inteligente plasma su ideología política — cercana a la gente y alejada del poder—. No deja títere con cabeza ni tema sin abordar. Dos ejemplos: A propósito del doble “Hoy no circula” semanal, que, para algunos vehículos, se volvió triple con el “Hoy no circula sabatino”; Chavo elaboró un cartón en el que como conclusión, con la ilustración de Peña Nieto, Miguel Ángel Mancera, Osorio Chong, Carlos Navarrete y Manlio Fabio Beltrones, sugiere: “Estaríamos mejor si el hoy no circula lo aplicáramos pero a los políticos, por ejemplo, los lunes no circulan los rateros, los martes los más mensos, los miércoles los vendidos y así tentativamente”. Otra pieza, se titula: Vivas nos creemos. Una mujer muy parecida a Margarita Zavala ocupa toda la vertical del cuadro, con una mano sostiene su rebozo y con la otra una pancarta en la que se lee: #Vivas nos queremos. Junto a ella una figura semejante a Felipe Calderón, que le llega a la cintura, viste de militar y por su mano derecha escurre sangre, en el globo del texto, le dice a la mujer: “Yo no sé por qué te critican tanto por manifestarte, si tú en mi sexenio apoyaste mucho a las mujeres… Por ejemplo, a tu prima de la guardería ABC”.
Los hombres verdes
Fue el genial Abel Quezada quien dijo que los hombres que nacen con la bendición de saber dibujar, “no tenemos porque preocuparnos en la vida. Nunca nos va a faltar nada. Somos como la mujer barbada; como el hombre de color verde. O sea, somos diferentes. Un hombre verde siempre podrá trabajar en los circos valido solamente de su color, sin necesidad de ser maromero, ni equilibrista, ni hombre bala”.
Debo a Salvador del Toro el haber pasado un momento inolvidable al presentarme y ponerme en contacto con una pléyade de dibujantes, caricaturistas o moneros —hombres verdes— un gremio por el que siento gran admiración. Además de los ya citados Magú y Jabaz, tuve el gusto de conocer y platicar con Gonzalo Rocha del que recientemente leí-miré su libro La visión de los vendidos. También fui presentado a Patricio, auténtico humorista tanto de la palabra como del lápiz; conocí al afamado Antonio Helguera y al maestrísimo Rafael Barajas El Fisgón con quien tengo en común el ser hijo del exilio español, él por parte de madre. También alterné con muchos de los prometedores caricaturistas tapatíos jóvenes.
Posteriormente fuimos a cenar el autor del recomendable Joder a México, Magú, Rocha, el empresario Daniel Morales y yo. En esas estábamos cuando llegó el célebre Trino, el rockstar de los hombres verdes jaliscienses, si bien llegó acompañado fue evidente que no iba con su pareja: Jis. Trino nos invitó una cerveza artesanal que fabrica y que se llama Chelita —de la que tomaba el Santos antes de dejarse caer a la Tetona Mendoza—.
Al otro día me despiertan tarde en el hotel. “Disculpe pero un error cualquiera lo tiene” —me dice la recepcionista—. Pido la cuenta y ésta no trae error alguno. Llegué tarde y sólo alcancé el final de la charla en honor a Rogelio Naranjo con Rafael Barajas y Bulmaro Castellanos. Hago acto de presencia en el homenaje que las autoridades de la Universidad de Guadalajara y las de la FIL rinden al inmenso artista michoacano. Su viuda, Erika Martínez, dirigió unas emotivas palabras en las que evocó al hombre con el que compartió 20 años de su vida.
Después y todavía con el recuerdo y el olor a Naranjo en la sala, dentro del XV Encuentro Internacional de la Caricatura y la Historieta en la FIL, se realizó la entrega del premio La Catrina, distinción que reconoce el trabajo de dibujantes y caricaturistas. En esta ocasión el trofeo se le entregó, merecidamente, al artista cubano-mexicano Ángel Boligán. De su discurso me quedo con una frase: “El humor es un arma que apunta a la sonrisa para pegar en la cabeza”.
En la comida me senté junto a Rapé – director del Chamuco-. Por ahí alguien preguntó: ¿qué dijo Yunes en Veracruz que prometió que con ello cimbraría a México? “Pues dijo —se me ocurrió expresar— que en su gobierno él va a manejar las finanzas del estado. Eso cimbra a cualquiera”. Magú sonrió y me dijo, si fueras caricaturista ése sería tu cartón, pero tendrías que dibujar a Yunes con unas uñotas. No soy caricaturista pero con ese comentario termino mi columna.