La Unión Europea recibe buen clima desde Austria
Un discurso de unidad y no de confrontación, la clave para que el progresista Van der Bellen lograra vencer a la ultraderecha populista
EUROPA HIZO suya la victoria del progresista Van der Bellen en la repetición de las elecciones presidenciales de Austria.
Demasiados taladros en contra de la Unión Europea en poco tiempo: Brexit, muros y lamentos en viejos países del Este para “protegerse” de refugiados, el ascenso vitamínico de la extrema derecha en Francia, Alemania, Holanda y, el domingo mismo, la derrota de Matteo Renzi en la ruleta rusa plebiscitaria.
Uno de los indicadores eufóricos se ubicó en Alemania. El ministro de Economía y vicecanciller, Sigmar Gabriel, tradujo la victoria de Van der Bellen como “alivio” para toda Europa; Sigmar respiró profundo para llenar a tope sus pulmones y exclamar: “Toda Europa respira aliviada”.
Los políticos liberales de toda Europa deben recordar a los votantes que el patriotismo no está en desacuerdo con el orgullo de la Unión Europea si quieren ganar en las urnas, dijo el director de campaña del presidente electo austriaco, Martin Radjaby.
El consejo sobre cómo luchar contra el populismo euroescéptico se produjo un día después de que Alexander Van der Bellen, un independiente con respaldo verde, derrotó decisivamente a Norbert Hofer, su rival populista de derecha, en una reanudación de las elecciones presidenciales austriacas.
Martin Radjaby, director de la agencia Jung von Matt, coordinador de la campaña ganadora, dijo al periódico The Guardian: “El éxito de Van der Bellen en las elecciones del domingo ha demostrado que los liberales pueden reclamar temas actualmente ocupados por populistas y nacionalistas, como la tradición y el patriotismo”.
El domingo, Van der Bellen logró aumentar su mayoría de alrededor de 30,000 (en las primeras elecciones) a casi 300,000 votos, causando un golpe aplastante a su oponente del FPÖ. Su estrategia de comunicación consistió en no dividir a la población en función de “su amor a la patria”, sino en las necesidades demográficas.
Un cartel publicitario mostró a Van der Bellen contra el telón de fondo de su ciudad natal en los Alpes tiroleses, junto con el lema: “Wer unsere Heimat liebt, spaltet sie nicht” (“Los que aman a su patria no la dividen”).
Radjaby dijo que “el Brexit intensificó el debate sobre Europa y permitió que nuestro candidato se convirtiera en una figura unificadora.”