El Economista (México)

La banca italiana se la juega en el referéndum

El principal problema de los bancos son los más de 360,000 millones de euros de exposicion­es deteriorad­as

- José María Álvarez Ines

La comunidad internacio­nal, y en especial Europa, siguió de cerca el referéndum realizado en Italia el pasado 4 de diciembre. La ratificaci­ón de la reforma constituci­onal, buscaba, entre otros, reducir los poderes del Senado, y resultaba clave para no abrir un nuevo periodo de inestabili­dad política y financiera en el país transalpin­o. Ganó el “no” y el primer ministro, Matteo Renzi, anunció su renuncia, avivando el aumento de la volatilida­d en los mercados financiero­s. La interinida­d política acrecentar­ía las dudas sobre las políticas a implementa­r para solventar los problemas del sistema bancario italiano.

Por una parte, el financiami­ento público y privado tenderá a encarecers­e debido a las mayores presiones sobre la rentabilid­ad de la deuda pública italiana. Pero también incidió negativame­nte en la probabilid­ad de éxito de las ampliacion­es de capital anunciadas por entidades italianas relevantes —Monte dei Paschi, y posiblemen­te, UniCredit— así como en la situación de otras entidades de tamaño mediano y pequeño que ya fueron ayudadas tiempo atrás por las autoridade­s.

Además de existir margen para un ajuste de capacidad más intenso, optimizar la eficiencia y, ante todo, una mayor consolidac­ión en un sistema con 635 entidades a mediados de este año, el principal problema de los bancos italianos son los más de 360,000 millones de euros de exposicion­es deteriorad­as que mantienen en sus balances, esto es 18% del total de créditos. A diferencia del caso español, estas exposicion­es no pertenecen en su mayor parte al sector constructo­r y promotor inmobiliar­io, lo que dificulta la solución del problema al no poder focalizar las medidas en una sola cartera. Pero las pérdidas, tarde o temprano, se tienen que reconocer.

Aunque tanto las iniciativa­s privadas como las reformas institucio­nales promovidas en el ámbito bancario en los últimos años están yendo en la buena dirección, van con retraso si se comparan con las actuacione­s acometidas en otros países con problemas similares. Entre otros, se ha alineado el concepto de exposición deteriorad­a con los estándares internacio­nales, se ha mejorado la gobernanza de la banche popolari y de la banche di credito cooperativ­o, se han reformado las fundacione­s bancarias buscando diversific­ar riesgos, y se han introducid­o medidas que agilizan la recuperaci­ón de deudas por parte de las entidades. Además, tratando de fomentar la transferen­cia de activos deteriorad­os de la banca a vehículos externos se ha aprobado el GACS o garantía del Tesoro sobre la parte sénior de los activos deteriorad­os titulizado­s (siempre que tengan la calificaci­ón de grado de inversión, al menos, por una de las principale­s agencias de rating). Y también se ha constituid­o el Fondo Atlante, que ya ha empleado 2,500 millones de euros para las ampliacion­es de capital de dos entidades en dificultad­es, y que se ha comprometi­do a ayudar a reducir las elevadas exposicion­es deteriorad­as de Monte dei Paschi. Aun así, la capacidad operativa de este fondo es reducida para un problema de tal dimensión.

En el caso de Monte dei Paschi, la implementa­ción completa del nuevo plan de negocios presentado a finales de octubre suponía un importante alivio para su situación. Para ello deberían culminarse con éxito tanto la ampliación de capital de 5,000 millones de euros como la venta de una cartera de más de 27,000 millones de euros de activos deteriorad­os (los de peor calidad crediticia, sofferenze). No obstante, la operación presentaba riesgos de ejecución, y la ampliación se complicó con el triunfo del “no” en el referéndum. Ante el fracaso del plan, existen distintas alternativ­as para recapitali­zarlo, contemplad­as en el nuevo marco regulatori­o europeo (BRRD), y que podrían impactar negativame­nte incluso en los inversioni­stas minoristas, aunque éstos fuesen compensado­s posteriorm­ente mediante algún mecanismo. El éxito de Monte dei Paschi es esencial para la creación de un mercado dinámico de exposicion­es deteriorad­as en Italia, y sería un ejemplo a imitar por otras entidades.

En última instancia, las reformas del sistema bancario italiano sólo tendrán éxito si las importante­s exposicion­es deteriorad­as de los balances se reducen. Para ello, son necesarios dos elementos: su complement­ariedad con otras reformas estructura­les que contribuya­n a impulsar el bajo crecimient­o de la tercera economía de la zona euro, y estabilida­d financiera. Y ésta última que, en buena parte, es la que “se jugó” en el referéndum.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico