BCE está dispuesto a apoyar de nuevo a la economía europea
EL BANCO Central Europeo (BCE) debería anunciar nuevas medidas de apoyo a la economía europea en su reunión de mañana, en un contexto de incertidumbre política marcada por el Brexit, la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos y la dimisión del primer ministro italiano, según los analistas.
El “no” del domingo a la reforma constitucional propuesta por Matteo Renzi tuvo menor impacto de lo esperado en los mercados, pero prolonga la incertidumbre en Europa y podría llevar al BCE a mantener su programa de compra masiva de deuda.
“No hay más incertidumbre en los mercados pero sí incertidumbre política”, asegura Carsten Brzeski , del banco ING Diba.
Las dudas sobre la capacidad de Italia de estimular su economía o el avance de partidos extremistas en varios países europeos estarán sobre la mesa en la reunión en Frankfurt de los gobernadores del BCE, la última del año.
“La incertidumbre geopolítica se ha convertido en la principal fuente de incertidumbre para los próximos meses”, reconoció Mario Draghi, presidente del BCE.
En las últimas semanas, las declaraciones de Trump sobre el comercio con China o las dudas sobre el proceso del Brexit han agitado los mercados y en el 2017 habrá elecciones en Francia y Alemania, dos pesos pesados económicos y políticos en Europa.
“Todas estas incertidumbres servirán al BCE para extender su expansión cuantitativa”, el programa para aumentar la oferta de dinero y comprar activos, en especial deuda pública, indicó Brzeski. “El referéndum en Italia es sólo una pequeña parte”.
El programa masivo de medidas monetarias lanzado en marzo por el BCE ha llevado a la inflación en la zona euro a 0.6% en noviembre, su nivel más alto desde abril del 2014, pero todavía lejos de su objetivo de una inflación cercana a 2 por ciento.
Los responsables de los bancos centrales aseguran que los créditos baratos a los bancos, las tasas de interés en niveles históricamente bajos y las compras mensuales de 80,000 millones de euros de deuda soberana han estimulado el crecimiento y la inflación.
Pero el propio Draghi reconoció el mes pasado que este crecimiento tiene sus límites y es “sumamente dependiente” del BCE.