¡Aguinaldo! ¿Por qué no ahorrar?
Diciembre es la oportunidad para empezar un patrimonio que dé certidumbre a nuestro futuro. ¡Que la alegría de estas de fechas motive a fortalecer nuestra responsabilidad financiera!
Amafore
Entre los regalos, la comida y las vacaciones, diciembre se caracteriza por ser el mes de las compras. No es fortuito que también sea el mes en el que más aumentan los precios, según el INPC. Enero, sin embargo, es uno de los meses más difíciles para la economía del hogar. Puesto así, resulta sencillo entender este contraste.
Es por eso, quizás, que valga la pena detenerse un momento y pensar más allá del aire jubiloso de la Navidad y el Año Nuevo. Si en vez de gastar todo el dinero extra que nos llega este mes, pensáramos en multiplicarlo, aunque sea una parte, podríamos asegurar un patrimonio que nos dé seguridad de manera sostenida, no sólo en diciembre.
Sabemos que ahorrar está bien, pero siempre lo posponemos. En este sentido, diciembre es la oportunidad para tener ese impulso que nos hace falta. Quizás renunciar en el presente a una parte del ingreso para disfrutarlo en el futuro es una decisión difícil, pero si ahorramos una parte de un ingreso extra, que no teníamos, es mucho más fácil. Si guardáramos, por decir algo, una cuarta parte de nuestro aguinaldo, nos quedaría 75% para todos los gastos de temporada y, además, empezaríamos un patrimonio que estará creciendo y respaldándonos cuando sea necesario, especialmente si sabemos dónde ahorrar.
Las administradoras de fondos para el retiro (afore), por ejemplo, están entre las mejores opciones de ahorro. Sabemos que ahí está el dinero de nuestra pensión, por lo cual son instituciones muy bien reguladas y con planes de inversión a largo plazo. Ello garantiza estabilidad y altos rendimientos, incluso en periodos convulsos para la economía.
Si depositamos parte de nuestro aguinaldo como ahorro voluntario (AV) en la cuenta individual del SAR, gozaremos de los mismos rendimientos y estabilidad que los fondos de nuestra jubilación.
La otra buena noticia es que, por ser voluntario, el dinero estará disponible cuando lo necesitemos (dependiendo del plazo de la inversión que se elija). Si elegimos un plan de inversión a corto plazo, se puede disponer del dinero después de dos meses de haberlo depositado. Si elegimos aportaciones a mediano plazo, los recursos deben permanecer invertidos cuando menos cinco años. Por su parte, las aportaciones de largo plazo se deben mantener hasta que alcancemos 65 años de edad, con el fin de aumentar nuestra pensión y obtener beneficios fiscales.
Realizar AV es muy fácil. Lo podemos hacer mediante domiciliación electrónica, tiendas de conveniencia, en ventanilla de tu afore, por retenciones hechas por tu patrón, Internet o por teléfono celular. En todo caso, nuestra afore siempre estará disponible para ayudarnos e informarnos cómo, cuándo y dónde realizar AV. Así podemos disfrutar, compartir y comenzar a construir un patrimonio que nos dé seguridad, tranquilidad y confianza.
Para obtener mayor información sobre el sistema de pensiones visite la página de Internet: www.amafore.org.