En China, créditos rumbo a récord
LOS BANCOS chinos ofrecieron 794,600 millones de yuanes (115,100 millones de dólares) en nuevos préstamos durante noviembre y parecen encaminados a extender una cantidad récord de crédito este año.
Los analistas consultados esperaban que los préstamos nuevos aumentaran a 720,000 millones de yuanes desde 651,300 millones de yuanes de octubre.
Los nuevos créditos bancarios treparon a un récord de 11.6 billones de yuanes en los primeros 11 meses del año, según cálculos basados en datos del Banco Popular de China.
El suministro de dinero en sentido ampliode China creció 11.4% en noviembre respecto al mismo mes del año anterior, mostraron datos del banco central, ligeramente por debajo de las previsiones.
Los préstamos en yuanes pendientes de pago se expandieron 13.1% a fines de mes sobre una base anual.
Los pronósticos apuntaban a un aumento de 13% en los préstamos pendientes de pago, y a un alza en la oferta de dinero de 11.5 por ciento.
El financiamiento social total de China, una medida amplia del crédito y la liquidez en la economía, se elevó a 1.74 billones de yuanes en noviembre desde 896,300 millones de yuanes en octubre.
BAJO ADVERTENCIA
Esta perspectiva se da a sólo unas semanas de que diversos expertos vieran con reserva la manera en que crece el crédito en el país asiático —13% a tasa anual— y advirtieran que tal ritmo podría dar lugar a burbujas en algunos activos, dando paso a un escenario similar al de Lehman Brothers en el 2008.
El mismo Fondo Monetario Internacional (FMI) a través de James Daniel, director del organismo para China, advirtió de los peligros que podría implicar un crecimiento crediticio “insostenible”.
Sin embargo, el Banco Popular de China ha hecho caso omiso de las advertencias.
El problema de los créditos en China es que el crecimiento de éstos y otros activos de deuda es mayor al de los depósitos.
Tal diferencia está llevando a los diversos bancos del país a buscar nuevas fuentes de inversión menos estables para regular sus balances, como lo son los préstamos interbancarios y los llamados productos de gestión de patrimonio (Wealth Management Products), que son considerados como financiamiento volátil.