Qué temas económicos deben ocupar a las familias en el 2017
La incertidumbre es la nueva normalidad, por lo que deberemos aprender a planear en medio de la misma
“Debemos sentirnos cada vez más cómodos ante la probabilidad y la incertidumbre”. Nate Silver, especialista en estadística.
Si el 2016 ha sido un año de continua volatilidad e incertidumbre en casi cualquier ámbito a nivel nacional e internacional, el 2017 continuará y, en algunos casos, acentuará muchos fenómenos que directa o indirectamente incidirán en la situación económica y el bienestar de las familias en México.
Uno muy importante se refiere al cambio de la tendencia de las tasas de interés en el país.
Cabe recordar que las tasas de interés son como la marea: cuando suben, suben para todo, afectando tanto lo que se obtiene por las inversiones y ahorro, como el interés que pagamos por los créditos que contratamos.
Para efectos económicos, la tasa de referencia internacional es la tasa de los depósitos federales determinada por la Reserva Federal en Estados Unidos, cuyo nivel lo determina atendiendo fundamentalmente a los factores asociados con el desempeño de su economía.
En el último año dicha tasa ha sufrido dos incrementos de un cuarto de punto porcentual cada vez, siendo el último el que se realizó en este mes. Se prevé que para el 2017 se den entre dos y tres nuevos incrementos que supondrán un crecimiento total de tres cuartas partes de un punto porcentual; ello, ante una expectativa de mayor inflación, derivada en parte de lo que, se prevé, será una política fiscal y del gasto público del próximo gobierno de Estados Unidos.
Si dicho aumento parece menor, el incremento de medio punto porcentual de los últimos 12 meses trajo aparejado un incremento de la tasa por parte del banco central de México, de 275 puntos base, para responder a las presiones del tipo de cambio, entre otros factores.
Si bien es poco probable que un nuevo aumento de 50 puntos base (medio punto porcentual) provoque otra vez un alza de 2.75 puntos porcentuales, sí es previsible que un incremento adicional pondría la tasa de referencia en México en un nivel cercano a 7 por ciento.
A ello abonará también un crecimiento de las presiones inflacionarias en el país, derivado de la presión y el efecto del encarecimiento de ciertos productos e insumos a causa de la depreciación del tipo de cambio así como de los problemas en el control de endeudamiento y el gasto público en nuestro país.
Lo anterior implicará necesariamente un aumento en las tasas de rendimiento, que tendrá un beneficio específico para el ahorro de la familia y, en particular, para los ahorros institucionales masivos como los de las afores, las cuales se han visto negativamente afectadas en los años recientes.
Por ello el 2017 será un buen año para fortalecer particularmente el ahorro en temas de importancia de largo plazo como el retiro, recordando la enorme presión sobre las familias jóvenes de hoy que deberán ahorrar lo suficiente durante 40 años de vida laboral, en promedio, para sostener cerca de 20 años en el retiro.
El efecto profundamente negativo estará del lado del crédito. Si bien todos los préstamos se verán afectados, los de corto plazo, como los de nómina y tarjetas de crédito, sufrirán el mayor impacto, sobre todo considerando un sistema financiero como el de México, con amplísimos márgenes entre las tasas que pagan a los depósitos y las que cobran en créditos.
Este fenómeno puede generar un impacto importante, al aumentar el tamaño de las obligaciones mensuales para el pago de las deudas de las familias mexicanas, reduciendo sus ingresos disponibles netos.
Recomendaciones básicas en este sentido se refieren a disminuir las deudas de tarjetas de crédito y limitar su uso, a menos que se utilicen como mecanismos de financiamiento, pagando el total del saldo cada mes.
Por el lado del crédito hipotecario, a las personas que tengan créditos contratados a tasa variable les convendría buscar mecanismos de refinanciamiento a tasas fijas, para evitar absorber todo el impacto de las futuras alzas de tasa que estarán afectando por los siguientes años a la economía nacional.
La incertidumbre es la nueva normalidad, y las personas y las familias deberemos aprender a planear en medio de la misma.
Feliz año para ustedes y sus familias.
El autor es politólogo, mercadólogo, especialista en economía conductual y director general de Mexicana de Becas, Fondo de Ahorro Educativo. Síguelo en Twitter: @martinezsolares