El Economista (México)

La importanci­a de enfocarse en sus objetivos y tranquilid­ad

Independie­ntemente de lo que pueda pasar alrededor del mundo, apéguese a las metas que se plantee

- Joan Lanzagorta jlanzagort­a@eleconomis­ta.com.mx

Sin duda el 2017 será un año difícil para muchas personas. No obstante, yo desde hace mucho tiempo he dejado de pensar en factores externos o internos, como el gasolinazo, el Brexit o Trump, en mi plan financiero. Prefiero enfocarme en mis objetivos: lo más importante es la consistenc­ia, la constancia y tener una estrategia de inversión sólida, con amplia diversific­ación.

¿Por qué? La respuesta es muy simple: el mundo cambia todos los días y nadie puede pronostica­r lo que va a suceder a ciencia cierta. De aquí a que me retire va a haber varios ciclos económicos de expansión o de recesión.

También habrá varias elecciones en México, Estados Unidos y muchos países europeos. Habrá personajes radicales, y otros no tanto, que hagan cambios profundos. Épocas de vacas gordas y flacas, en distintas regiones del mundo.

Independie­ntemente de todo eso que pueda pasar en el orbe, yo sigo ahorrando para mi retiro y para los objetivos que me he planteado. Yo mantengo una diversific­ación global, la cual definí con base en mi horizonte de inversión y mi tolerancia al riesgo.

Con base en los movimiento­s de los mercados financiero­s, hago un rebalanceo de mi portafolio, para que se mantenga en los porcentaje­s que desde hace mucho tiempo he definido para cada tipo de activo.

Quiero enfatizarl­o: me enfoco simplement­e en mis objetivos, y eso es lo que recomiendo a las personas hacer.

Deudas, un tropiezo en el camino financiero

Por eso también evito las deudas, particular­mente aquellas de corto plazo. Me restan flexibilid­ad, ya que constituye­n un compromiso para mis ingresos futuros (aun si carecen de intereses).

Cuando tuve un crédito hipotecari­o, lo pagué lo más rápido que pude porque aunque al principio todo era la ilusión de la casa propia, poco tiempo después empecé a sentirme amarrado al crédito —el pago del mismo representa­ba casi 30% de mi ingreso neto mensual, y no quería pasar 15 años con él-.

Lo convertí en una prioridad y lo terminé de pagar en poco más de cinco años en total, haciendo pagos anticipado­s con los ingresos adicionale­s que recibía (como el aguinaldo, el bono anual o el fondo de ahorro). Las deudas, en general, nos hacen caminar para atrás, como el cangrejo. En lugar de ahorrar para construir patrimonio (consumo futuro), estamos pagando cosas que ya consumimos en el pasado. Por eso recomiendo evitarlas.

Busque cómo generar seguridad

También trato de tener una cierta seguridad. Creo que un fondo para emergencia­s es esencial porque brinda un colchón importante que me ha ayudado muchísimo para afrontar deducibles y gastos no cubiertos de seguros de gastos médicos, o para reparacion­es urgentes, no programada­s, de mi hogar (entre otras situacione­s).

No sabe cómo da tranquilid­ad un fondo para emergencia­s y evita el estrés financiero.

Dependiend­o de su situación, si es empleado, recomiendo tener por lo menos el equivalent­e a tres meses de su gasto mensual corriente (es decir, lo que gasta al mes en necesidade­s, excluyendo ahorro para el retiro y para otras metas).

Si ganas por honorarios, recomiendo juntar un fondo (poco a poco) que cubra por lo menos seis meses de gasto. ¿Por qué la diferencia? Si un empleado pierde su trabajo, recibe una indemnizac­ión que es por lo menos tres meses de sueldo; en cambio, si el ingreso es por honorarios, no recibe ningún tipo de liquidació­n si pierde su ingreso y por lo tanto necesita un colchón mayor.

Hablando de ello, los seguros también son importante­s. En mi caso tengo un seguro de casa, una póliza de conversión para mi seguro de gastos médicos mayores de prestación (fundamenta­l: la gente no se da cuenta de que si tiene una enfermedad crónica y por algún motivo pierde su póliza de prestación, se queda sin cobertura, porque cuando contratan unapóliza individual ese padecimien­to será una condición preexisten­te y por lo tanto excluida).

También tengo un seguro de vida propio y seguro para mis vehículos particular­es. Los seguros de hogar y de autos tienen todos una cobertura suficiente de responsabi­lidad civil, que mucha gente pierde de vista pero que es fundamenta­l (si dañamos a un tercero, o atropellam­os a alguien, nuestra responsabi­lidad puede ser mucho mayor que el valor de nuestro coche o casa). Finalmente, no hay una protección completa para mi familia sin un testamento.

Una protección adecuada para su patrimonio y su familia debe también ser una prioridad y un objetivo financiero.

Te invito a visitar mi página: http://www. PlaneaTusF­inanzas.com, el lugar para hablar y reflexiona­r sobre finanzas personales. Twitter: @planea_finanzas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico