Donald Trump revela su desconfianza en la red cibernética y pone de cabeza la seguridad.
Al revelar su desconfianza en la red cibernética, azuza a hackers, asegura Michael Sulmeyer
EL PRESIDENTE electo Donald Trump no deja de cimbrar pilares del establishment. De acuerdo con expertos en seguridad cibernética, los comentarios de Trump con los que pone en duda la seguridad en redes y recomienda el uso de correo tradicional en lugar del electrónico, podrían poner de cabeza por más de una década a la política nacional de seguridad, y en riesgo, los datos privados.
El sábado Donald Trump cuestionó el escenario en el que los rusos supuestamente intervinieron en las campañas electorales en Estados Unidos: “el hackeo es muy difícil de comprobar”, pero fue más allá al decir que “no hay computadora segura”.
“¿Difícil de comprobar? Entonces, adelante”, comenta con ironía Michael Sulmeyer, ex asesor del Departamento de Defensa y actual director de Seguridad Cibernética de la Escuela Pública Kennedy de Harvard. El experto en hackeo pide a Trump “no poner en duda las investigaciones de las agencias de inteligencia”. Recuerda que una de las primeras peticiones de Trump a Rusia fue que le ayudaran a hackear 30,000 correos electrónicos a Hillary Clinton.
El hackeo internacional “es una amenaza real a nuestro país, y lamentablementese ha politizado”, dijo. “(El equipo de Trump) tendrá que salir en algún momento a explicar su comprensión sobre la amenaza”.
Por su parte, el vocero de transición, Sean Spicer, destinado a convertirse en director de Comunicación de la Casa Blanca, cuestionó si la expulsión de diplomáticos rusos es proporcional a lo que supuestamente hicieron hackers durante las elecciones y comparó la reacción de Obama con el suceso de hackeo chino de datos de funcionarios públicos estadounidenses. “Hay que hacer una pregunta sobre la reacción de Obama: ¿fue una venganza política (en contra del presidente Putin)?
Ari Schwartz, quien fuera asesor de seguridad cibernética en el Consejo Nacional de Seguridad en 2015, critica a Spicer ya que las sanciones que impuso Obama a China por el hackeo de datos de funcionarios, sirvió para que el régimen de Xi Jinping dejara de hackear focos estadounidenses.
Sobre la recomendación de Trump para usar el correo tradicional, Schwartz opinó: “Nosotros no vamos a volver al mundo de los correos y de envío de cartas, vamos a seguir haciendo actividades en línea. Hay maneras de gestionar el riesgo”.
Desde que el presidente George W. Bush desarrolló una política integral de seguridad cibernética después de los ataques de septiembre del 2001, el gobierno federal ha tenido como prioridad preservar la integridad de las redes informáticas de los sectores privado y público.
En octubre, Trump pronunció un discurso de campaña en donde consideró a la seguridad cibernética como “una prioridad importante para el gobierno y el sector privado”, y dijo que los ataques cibernéticos de actores estatales y no estatales “constituyen una de nuestras mayores preocupaciones se seguridad nacional”. Sin embargo, las revelaciones de las agencias de seguridad estadounidenses sobre la injerencia rusa en las pasadas elecciones han llevadoa Trump a cuestionar tal aseveración.
Otros políticos minimizaron los supuestos actos de hackeo ruso. “El espionaje ruso en Estados Unidos no es noticia”, aseguró el congresista republicano Devin Nunes, presidente del Comité de Inteligencia de la cámara de Representantes y aliado del presidente electo. “Esto (el hackeo) lo hacen muchos y no hay por qué sorprenderse”.