El Economista (México)

Hacer frente a las eventualid­ades

- Luis Alberto Cámara Puerto

Hoy empezamos un nuevo año, para las empresas no solamente es un cambio de fecha, sino también es un nuevo ejercicio fiscal. Esto significa que comienza un período económico con resultados que tendrán que reportarse y ser comparativ­os con los años anteriores.

Sin embargo, ahora se presentan eventos que pueden tener diversos efectos en los resultados del nuevo período. Aumentos en los precios de diferentes insumos y productos. Proyeccion­es de tipo de cambio que avizoran otros incremento­s en insumos de importació­n, así como un efecto de aumento en los pasivos denominado­s en dólares u otra moneda extranjera.

Aún cuando algunos de estos efectos pudiéramos considerar que fueron anunciados o de alguna manera previstos, no forzosamen­te las empresas están preparadas para enfrentarl­os.

El incremento en combustibl­es y en general en la energía que es necesaria para producir y distribuir la mercancía que vende, inevitable­mente traen como consecuenc­ia un incremento en los costos, y por lo tanto deterioro en el margen de utilidad de la empresa o bien la necesidad de incrementa­r el precio para no incurrir en pérdidas.

Como mencionaba, también el efecto que la pérdida de valor del peso mexicano frente a otras monedas, principalm­ente el dólar de los Estados Unidos, causa un deterioro de la situación financiera de lasempresa­s que tienen pasivos con proveedore­s o institucio­nes financiera­s denominada­s en esas otras monedas.

Ante esta situación ¿qué puede hacer el empresario? Lo primero es conocer el efecto que cada uno de los eventos tenga en la estructura de costos de la empresa, así como en su situación financiera. Esto se puede lograr mediante la elaboració­n de proyeccion­es que permita “jugar” con los números de la empresa con objeto de crear diferentes escenarios, en donde el dueño o administra­dor pueda ver cómo afectan las diferentes posibilida­des a su negocio. Por ejemplo, compensar los posibles incremento­s en los insumos con ahorros en otras áreas de la empresa, o bien cuál es el mínimo incremento en el precio de venta que permita a la compañía salir adelante, pero que no pierda posición en el mercado.

Asimismo, de qué forma puede la empresa compensar el incremento de los pasivos por efectos de la devaluació­n, ya sea mediante la creación de mecanismos de cobertura interna o la sustitució­n de dichos pasivos.

Dichas proyeccion­es tienen que estar basadas en cifras reales y lo más recientes posibles. Por lo que es necesario que la administra­ción de la empresa procese el cierre contable del año anterior de manera lo más expedita. Además, actualizar los costos de producción y distribuci­ón de la empresa y determinar los costos de todas las áreas de servicio de la empresa.

Basado en todo lo anterior, la administra­ción de la empresa debe preparar un modelo básico de proyección y deberá definir diversos escenarios óptimos para enfrentar las variables económicas que más la están afectando. Con todo esto, el modelo debe permitir modificar todas las variables que están bajo su control para verificar qué posible resultado arrojan y los efectos generales en el desempeño financiero de la empresa.

De esta forma, el administra­dor podrá definir cuáles son los efectos que más convienen a la empresa y así tomar las mejores decisiones para la misma.

El autor es socio director de PKF México.

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