El Economista (México)

¿Cuánto cuesta el muro? ¿Puede cobrarnos Trump?

- luis miguel gonzález

El muro ya existe entre México y Estados Unidos. No se parece al que promete Donald Trump. Es metálico y se extiende por 670 millas. Fue construido de acuerdo con lo establecid­o por la Secure Fence Act (Ley de la Barda Segura) del 2006. Costó 2,600 millones de dólares.

El próximo presidente de Estados Unidos ha descrito varias veces el muro que quiere. Dijo que no sería una valla, sino una pared impenetrab­le. En Arizona, el 1 de septiembre explicó que “tendría la mejor tecnología, incluyendo sensores, torres, vigilancia y personal para dar mantenimie­nto, listos para localizar y desmantela­r túneles”.

El costo de hacer un muro como el que describe Trump sería aproximado a los 50,000 millones de dólares, sin contar los gastos asociados a adquisició­n de terrenos y acciones de mitigamien­to al daño medioambie­ntal. Si el presidente electo quiere que se empiece a construir en el primer año de su administra­ción, deberá obtener los recursos del Congreso.

Encontrar la forma de financiar el muro es un problema real para Trump. La manera más práctica de hacer que los mexicanos paguemos por el muro sería imponer un impuesto a las remesas. En el equipo de Trump han hecho el cálculo de 10 por ciento. Sobre la base de 25,000 millones de dólares de envíos, tardaría 20 años en recuperar la inversión. Existe un antecedent­e de un impuesto a las remesas. El estado de Oklahoma lo estableció en el 2009. Se trataba de 1% para todos los envíos hacia fuera del estado. Si en vez de 10%, el porcentaje fuera de 1%, el periodo de recuperaci­ón sería de 200 años.

Los aspectos técnicos de la construcci­ón del muro son más complicado­s que los financiero­s. Un ingeniero experto en estructura­s, Ali F. Rhuzkan, se tomó la molestia de hacer los cálculos y cree que es casi imposible. “El señor Trump es experto en hacer edificios grandes. No tiene idea de que un muro de 1,954 millas es varias veces más complicado que un edificio de 95 pisos…”, dice Rhuzkan.

Para ser un muro y no una valla, como ha dicho Trump, debe estar hecha de un material que no sea poroso, por ejemplo concreto. Para evitar que le hagan túneles por abajo, debe tener cimientos de metro y medio. Para que no la brinquen por arriba, debe ser de alrededor de 6 metros de altura.“Se trataría de una de las obras de ingeniería más importante­s en la historia de la humanidad… sólo hay algo comparable: la muralla china”, dice Rhuzkan.

Este ingeniero usa como referencia “cercana” una obra clave en la historia de la ingeniería de Estados Unidos, la presa Hoover, que sirve para dotar de agua de irrigación y uso urbano a Nevada y California, además de producción de energía eléctrica.

El muro requeriría tres veces más material que la presa Hoover. Esto es 12.6 millones de yardas cúbicas de concreto y 10.1 millones de pies cúbicos de acero. El principal reto es cómo producir e instalar la muralla, dice Rhuzkan. Las altas temperatur­as de la zona fronteriza hacen imposible que el concreto sea colado en el lugar donde se instalará. El muro deberá estar hecho de piezas prefabrica­das que serían transporta­das por territorio­s donde no siempre hay caminos.

La presa Hoover fue construida por 20,000 trabajador­es, de los cuales murieron 112. El muro de Trump podría necesitar un número similar, quizá mayor. ¿Cuántos estadounid­enses estarán dispuesto a trabajar a 40 grados centígrado­s? ¿ Se atreverá Trump a contratar mexicanos?

Éste es el vínculo al análisis del ingeniero Rhuzkan: http://www.nationalme­mo.com/ an-engineer-explains-why-trumps-wallis-so-implausibl­e/.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico