Razones por las que Davos es importante
Davos, Sui. NO PUEDO explicar cómo funcionaría el impuesto de 35% a las importaciones porque todavía no se han definido los detalles, indicó Anthony Scaramucci, director de Relaciones Institucionales del presidente electo de Estados Unidos.
El tema está a cargo de Peter Navarro, informó Scaramucci. Este hombre fue el encargado de representar a Donald Trump en Davos. En una reunión con 40 periodistas del International Media Council, trató de representar la cara amable del próximo gobierno estadounidense. “La renegociación de la relación comercial con México debe traer cosas buenas para ambos países. Donald Trump es un negociador y sabe que una buena negociación implica un gana-gana. Creo que ese será el caso. El presidente electo tiene en gran aprecio al presidente de México y eso va a ser clave”, mencionó. “El viaje a México en el verano fue muy importante”, expresó.
El estadounidense quiso poner en contexto la visión de Trump sobre el comercio y la globalización, “hay un pequeño porcentaje de personas que han ganado con ella y una gran mayoría que está igual o ha sido perjudicada. Por eso ganó el Brexit y por eso ganó Trump... Ese es el tipo de cosas que queremos cambiar”.
El cambio que propone tardará entre cinco y 15 años en dar resultados plenos, reconoció Scaramucci. Uno de los temas que utilizó como ejemplo es el mercado laboral. “Lo que tenemos ahora, aparentemente, es un éxito. Se han generado muchos empleos. Cuando ves las cifras en detalle, puedes darte cuenta de que mucho de este empleo es de baja calidad. Eso no funciona para la sociedad”, afirmó.
DEFENSA FéRREA
El representante de Trump defendió las propuestas económicas del próximo presidente. Lo hizo de manera articulada y llena de matices. “La forma en que Trump habla implica un cambio de paradigma. Es más directo y eso le gusta a la gente. Un político tradicional cuida mucho lo que dice (...) Trump es diferente pero no lo menosprecien como político. Tiene gran sensibilidad. Por eso ganó”.
La visión económica que expuso Scaramucci está llena de referencias al pasado, en particular al periodo que va del final de la Segunda Guerra Mundial hasta la década de los setenta. Hizo un elogio del régimen de estabilidad cambiaría de esos años para explicar a un periodista asiático por qué la libre floración de ahora es caótica.
El representante de Trump encontró una audiencia escéptica y llena de preguntas en el International Media Council de Davos. En el aire dejó una respuesta que sonó a reto, “hay dos países en contra de los cuales yo nunca apostaría: Estados Unidos e Inglaterra”. El Foro Económico Mundial, que se celebra esta semana en Davos, es muy diferente al de años pasados. En esta ocasión, el hombre del que más se hablará, Donald Trump, estará fuera observando. Los acontecimientos de los últimos 10 meses, sobre todo el Brexit y la elección presidencial estadounidense, van en contra de todo lo que representa Davos; pese a ello, mantiene su prestigio y uno de los grandes acontecimientos este año es la visita histórica del presidente de China, Xi Jinping.
Las historias de Trump
Trump será la estrella en Davos aunque esté ausente. Ocupará el cargo de presidente el viernes, el último día del foro. Pocos de sus acólitos estarán presentes, con una notable excepción: Anthony Scaramucci, un hombre de Davos que es una rara avis en el equipo de Trump, presente en un debate sobre el futuro de Estados Unidos.
El fantasma de la globalización
Los temas preferidos de Davos sobre la globalización y la armonía internacional están muy poco de moda. La visión del mundo que encarna Davos está sometida a un gran ataque. ¿Cómo responderán los asistentes al cambio en la agenda internacional?
China toma la batuta
La presencia de Xi Jinping, el primer presidente chino que visita Davos, ha estado en la mira. Con Estados Unidos centrado en los acontecimientos en Washington y muchos de los asistentes preocupados por la agenda de Trump, puede que Pekín intente aprovecharse de la situación para intensificar su papel.
Una economía global galopante
Los mercados financieros han acogido con satisfacción la elección de Trump, pero los economistas que asistirán a Davos puede que sean más escépticos. Una gran pregunta es cuándo el aumento de la demanda creada por el gasto en infraestructura y los recortes de impuestos compensará el daño económico causado por el proteccionismo. La conclusión probable es que cualquier estímulo será de corta duración y que el populismo no es una plataforma para la prosperidad global sostenible.
Demócratas tristes
La negociación con México será buena (…) Trump tiene un gran aprecio por el presidente Peña Nieto”.
Anthony Scaramucci equipo de Trump.
Varias grandes figuras de la izquierda estadounidense estarán en Davos este año, entre ellos el secretario de Estado, John Kerry, que hablará sobre la “diplomacia en una época conflictiva”, el exvicepresidente Al Gore, que hablará sobre el cambio climático, y el actual vicepresidente Joe Biden, que dará un “discurso especial”.
La reacción a May
Theresa May pronunciará su gran discurso sobre los objetivos de su gobierno para el Brexit en Londres y luego viajará a Davos para vender sus ideas allí el jueves. Es poco probable que diga algo nuevo en Davos, pero la reacción ante sus palabras será el primer indicio de cómo serán las negociaciones sobre la salida del país de la Unión Europea.
Los males de Europa
Angela Merkel se quedará en Alemania, donde tiene unas elecciones difíciles este año. Mark Rutte, el primer ministro holandés, que también tiene una difícil batalla electoral, asistirá. ¿Podrán él y otros líderes europeos presentar una visión coherente sobre el futuro del continente y políticas convincentes?
Todo el mundo es realmente responsable
A pesar de la riqueza que se exhibe en Davos, los temas que aparecen más en la agenda de este año son el problema de la desigualdad y la indignación de los marginados. El ciudadano medio de Ohio dudará de que los ricos que asisten a Davos tengan mucho que ofrecerle, pero éste será uno de los puntos de discusión.
¿La tecnología nos matará?
El año pasado, Davos celebró lo que denominó la Cuarta Revolución Industrial. Este año, la tecnología también estará presente, pero gran parte del debate se centrará en las amenazas y no en las oportunidades. Un tema es el consenso de que se necesita más regulación, ya sea para mantener el empleo e incrementar los ingresos o para crear sociedades en las que la gente quiera vivir.
¿Y las fiestas?
Fuera del foro principal, los asistentes a Davos acuden a fiestas para relacionarse y establecer conexiones. Pero debido a la petición de un liderazgo responsable, este año probablemente habrá menos fiestas y muestras ostentosas de riqueza, como ocurrió en el 2009. No obstante, seguirá habiendo champán y caviar para que los asistentes se consuelen por la forma en que va el mundo.