Diálogos delmacistas
nacional del PRI: el desplome del partido en el poder “es fuertísimo” y compromete la viabilidad del triunfo de los candidatos tricolores en las próximas elecciones de Coahuila, Nayarit y el Estado de México.
En la entidad gobernada por Eruviel Ávila Villegas, al cierre del 2016, Morena y el PAN registraban por encima del PRI en las intenciones de voto. El desánimo de las bases priistas ya había quedado plasmado en los focus groups: tras de cuatro años en el gobierno, el hijo pródigo se había olvidado de sus orígenes. Y sólo sus consentidos disfrutaban de las mieles del poder.
¿El parentesco entre el Ejecutivo federal y Alfredo Del Mazo será un determinante del voto? Más bien, un argumento para la oposición y la crítica habitual del círculo rojo. La apuesta del priismo en la cuña de Peña Nieto claramente radica en la fuerza de sus estructuras.
A finales de la semana pasada, tras de dos meses de incertidumbre, parecía estar la suerte echada. Pero en las últimas horas habría señales de una rebelión en curso. Entre éstas, sin duda, está la filtración de la conversación entre los delmacistas. Pero también están las consultas que justo hace una semana realizó el alcalde de Tecámac y exlíder del Congreso del Estado de México, Aarón Urbina Bedolla, entre los alcaldes priistas, quienes rechazan un dedazo que origine a una derrota en el bastión del peñismo.
La idea que empuja esta sedición esconde el pleito que confronta al montielismo con los delmacistas. Y abre el camino a una tercera vía…
EFECTOS SECUNDARIOS