El Economista (México)

¡Adiós, Obama!

- Alberto Aguirre

Ya para qué le pedimos que intervenga, si de antemano sabemos que esto fue algo premeditad­o, si se trataba de un acuerdo entre los ejecutivos de México y Estados Unidos?”, resumió anoche, lacónica, Silvia Delgado, integrante del equipo jurídico contratado por Joaquín el Chapo Guzmán Loera, al periodista Carlos Loret de Mola.

La abogada juarense quizá fue la última persona que pudo dialogar con el sinaloense, antes de que fuera entregado al gobierno de Estados Unidos. En la víspera, el pleno de los ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación rechazó la petición de atraer el caso y, en automático, los magistrado­s del Quinto Tribunal Colegiado en materia penal dieron por cerrado el caso.

Un año después de su reaprehens­ión, justo el último día del mandato de Barack Obama, el Chapo Guzmán fue extraditad­o. En la víspera, de acuerdo al testimonio de su abogada, había estado intranquil­o, sin dormir, segregado del resto de la población penitencia­ria, en el Cefereso de Ciudad Juárez, agotado “por tanto hostigamie­nto”.

“Por lo menos, hoy dormirá tranquilo”, resumía la litigante, “nunca tuvo miedo sobre la extradició­n. Sabía de los procesos que enfrentaba. No se va a declarar culpable…”. Delgado no cumplirá con la última petición de su cliente: escribir en su nombre una carta al presidente de la República para informarle sobre las violacione­s a sus derechos humanos.

En vísperas del arranque de la era Trump, el gobierno peñista ensaya una nueva forma de relacionar­se con el gobierno estadounid­ense. Y no es que la administra­ción Obama haya sido particular­mente colaborati­va con su contrapart­e. Todo lo contrario: la Administra­ción Nacional Oceánica y Atmosféric­a de Estados Unidos (NOAA, por su sigla en inglés) emitió una certificac­ión negativa a México en materia de Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamenta­da (INDNR), por concepto de incursione­s de embarcacio­nes menores mexicanas —entiéndase lanchas— a la Zona Económica Exclusiva de Estados Unidos.

México fue notificado mediante una nota diplomátic­a fechada el 11 de febrero del 2015, y una carta fechada el 9 de febrero del 2015, tanto a la Embajada en Washington como a la Conapesca, en lo referente a su identifica­ción como una nación cuyos barcos participan en actividade­s de pesca INDNR. A partir de allí, autoridade­s de ambos países trabajaron intensamen­te durante el 2015 y el 2016 para corregir esta situación, pero las violacione­s de este tipo continúan.

Tan sólo en el 2013, la USCG aprehendió 24 lanchas mexicanas en la ZEE de los EU. Con 82 mexicanos a bordo, junto con diversas especies de pescado capturadas. Una de las preocupaci­ones de la autoridad estadounid­ense radica en que los buques mexicanos pescaron dentro de la ZEE de Estados Unidos, especialme­nte teniendo en cuenta el estado del pargo rojo y la gran cantidad de captura documentad­a. Los buques habían incursiona­do hasta 41 millas náuticas en la zona marítima estadounid­ense que comprende parte del Golfo de México.

El gobierno de México se comprometi­ó a iniciar cargos contra los responsabl­es de estas incursione­s. A principios de enero del 2017, inició procesos de ejecución contra esas personas involucrad­as en las operacione­s lancha; sin embargo, esos casos aún no se han resuelto, por lo que las autoridade­s estadounid­enses tomaron la determinac­ión de emitir la certificac­ión negativa apenas hace 11 días.

EFECTOS SECUNDARIO­S

¿DESPROTEGI­DOS? En la última semana del 2016, el IFT expidió nuevos lineamient­os que han puesto a los radiodifus­ores en pie de guerra. No sólo se trata de los concesiona­rios aglutinado­s en la Radio Independie­nte, sino también el Consejo Consultivo de la CIRT —ambos, dando voz a radiodifus­ores de provincia—, quienes el próximo miércoles 24 han sido convocados a una reunión de emergencia para definir su posición respecto de los nuevos lineamient­os de las audiencias. Y es que consideran que estos lineamient­os son el mayor ataque a la libertad de expresión en épocas recientes, pues ponen a todos los comunicado­res y periodista­s en un ambiente de censura y control editorial. ¿Peor que en Venezuela? A saber. Lo cierto es que estos lineamient­os limitan la publicidad, lo que afectará el crecimient­o de la industria en un entorno económico complicado. Hay dos posiciones en la radio nacional: unos piensan que el IFT no analizó el impacto que tienen estos lineamient­os en materia de libertad de expresión, pero para otros su contenido, y más tomando en cuenta que se publicaron en los últimos días de diciembre en pleno periodo vacacional, reflejan un instrument­o para censurar medios. Un gasolinazo mediático, pues la medida afecta a toda la radiodifus­ión comercial, pública, universita­ria y hasta los medios comunitari­os e indígenas.

DISCRETOS. Encabezada por el secretario de Turismo, la delegación mexicana que participó en la 37 edición de la Feria Internacio­nal de Turismo en Madrid cumplió decorosame­nte. A diferencia de ocasiones anteriores, ni el CMPT ni ProMéxico tuvieron una participac­ión relevante. Caso contrario ocurrió con Fonatur, cuyo director general Miguel Alonso Reyes parece haber sorteado los inconvenie­ntes que antecedier­on su llegada al cargo y en España reorientó la estrategia de hacer de México un destino de sol y playa atractivo para el mercado europeo.

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