La mudanza más rápida del mundo
Entre las 10:31 y las 15:30 transforman la Casa Blanca
Washington. LISTO PARA su gran momento, Donald Trump llegó ayer a Washington en un avión militar para iniciar tres días de festividades por su investidura como presidente, comprometiéndose a unificar una nación dividida que clama por un cambio. Washington se preparaba para recibir una oleada de multitudes y manifestantes, con todo el alboroto EL RITUAL americano más frenético es la “transferencia de las familias” que habitan la Casa Blanca. En cinco horas, la mansión presidencial de Barack Obama pasará a ser de Donald Trump.
“Lo llamo caos organizado” dijo Gary Walters, el encargado de llevar a cabo las “transferencias familiares” durante 21 años que lleva trabajando en la Casa Blanca.
CINCO HORAS AGITADAS
Los más de 90 empleados permanentes de la Casa Blanca y algunos contratistas de alta confianza aparecen alrededor de las 4 de la mañana.
Stephen Rochon, encargado de supervisar la transición de las familias Bush y Obama dijo que los empleados de la Casa Blanca son muy discretos y nunca hablan sobre política. Nunca.
Alrededor de las 8:30, el personal se reúne en el comedor para decirle adiós a la familia Obama y le entregan un regalo especial. Durante la despedida a la familia Reagan, en 1989, inició la tradición de obsequiar al presidente dos banderas, la que ondeó el primer día de su gobierno y la última, ambas en una caja de madera.
Es un momento muy emotivo y muy difícil. Al presidente Bush (padre) se le salieron las lágrimas cuando se despidió del personal.
que los acompañan.
“Es un movimiento como nunca hemos visto en ninguna parte del mundo”, declaró Trump en un concierto de celebración en el Monumento a Lincoln la víspera de su investidura. A sus partidarios que se mantuvieron firmes y fieles a él desde el principio les prometió: “Ya no están olvidados”.
Trump comenzó a adoptar más de los gestos que acompañan a un mandatario. Con la mano sobre
Una hora más tarde ocurre el último evento oficial del presidente saliente: un café en el cuarto Azul al que acuden los presidentes y vicepresidentes, entrantes y salientes, junto a sus esposas.
A las 10:30 abordan sus limusinas con rumbo al Capitolio. Un minuto después, a las 10:31 en todas las habitaciones se escucha el grito: “¡Vamos!” Inicia la mudanza.
Los trabajadores corren con cajas en 16 habitaciones; ajustan los grados de temperatura y de humedad preferidos por los nuevos inquilinos; hacen la limpieza en un santiamén; y carpinteros y electricistas llevan a cabo modificaciones que previamente les indicó la encargada de la transición de las familias,
la frente ofreció un saludo militar al oficial de la Fuerza Aérea que le dio la bienvenida luego de que bajó del avión con su esposa Melania en la Base Andrews, justo a las afueras de Washington. Posteriormente colocó una corona de flores en el Cementerio Nacional de Arlington.
En un almuerzo realizado en un salón de baile de su propio hotel, se dirigió a los líderes republicanos en el Congreso. “Sólo quiero que el mundo sepa que congeniamos que en esta ocasión correrá a cargo de Angella Reid.
EL PRESIDENTE PAGA EL SÚPER
La alacena favorita de los inquilinos, como aperitivos, bebidas y comida, corre por cuenta del presidente.
El Despacho Oval lleva un sello distintivo porque es la única habitación de la residencia que generalmente aparece en fotos. Obama quitó el busto de Winston Churchill para colocar el de Martin Luther King. ¿A quién pondrá Trump?
Las 15:30 es la hora límite. La familia Trump llegará entre esa hora y las 5 de la tarde. Reid los recibirá con un: “Bienvenido a su nuevo hogar, señor presidente”.
muy bien”, declaró.
Trump dijo que el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, finalmente tendrá a alguien que promulgará las iniciativas de ley que le manden. Luego el presidente electo se introdujo a territorio desconocido, al alardear que los funcionarios que eligió para formar su gobierno tienen “por mucho el coeficiente intelectual más elevado de cualquier gabinete de la historia”.