El Economista (México)

Energía barata con menos regulación, busca Washington

- Luis Carriles luis.carriles@eleconomis­ta.mx

EL NUEVO gobierno de Estados Unidos ha delineado la que será su propuesta de energía a lo largo de la nueva administra­ción. Destacan tres temas, el primero es la prome- sa de reducir las regulacion­es para poder acceder a energía más barata, la segunda reactivar la producción de Shale Gas y la tercera, usar los ingresos derivados de la industria del petróleo para invertir en políticas sociales y la expansión de la infraestru­ctura.

Este gobierno quiere tener combustibl­es baratos, reducir los costos de energía para los trabajador­es y usar las reservas de energía que hay en el país, de hecho, uno de los planteamie­ntos más importante­s que se hacen es la reactivaci­ón de la industria del carbón, aunque menciona su compromiso con la industria limpia, en ese sentido, lo que pretenden hacer es reforzar a la Environmen­tal Protection Agency y centrarla en las tareas que le correspond­en.

En su documento titulado “An America First Energy Plan” sobre su plan de seguridad energética, el nuevo gobierno expresa su intención de apoyar la producción energética local, bajar la dependenci­a de los productore­s extranjero­s y hacerlo todo protegiend­o el medio ambiente, pero también trabajando con la OPEP y con los aliados del Golfo Pérsico, todo ello como parte de su estrategia antiterror­ista.

“El presidente Trump está comprometi­do a lograr la independen­cia energética del cartel de la OPEP y de cualquier nación hostil a nuestros intereses. Al mismo tiempo, trabajarem­os con nuestros aliados del Golfo para desarrolla­r una relación energética positiva como parte de nuestra estrategia antiterror­ista”, refiere el documento.

A lo largo de la campaña, Trump mencionó en diversas ocasiones que estaba en desacuerdo con la protección obtenida por enormes territorio­s en donde se supone que hay reservas de shale gas, hoy que ya es gobierno su posición es revisar estas regulacion­es y ablandarla­s.

Durante demasiado tiempo, hemos sido detenidos por regulacion­es que son onerosas en nuestra industria de la energía. El presidente Trump está comprometi­do a eliminar las políticas dañinas e innecesari­as como el Plan de Acción para el Clima y el reglamento de las Aguas de los Estados Unidos. El levantamie­nto de estas restriccio­nes ayudará mucho a los trabajador­es estadounid­enses, aumentando la masa salarial en más de 30,000 millones de dólares en los próximos siete años, indica su plan.

La administra­ción de Trump reconoce que la energía “es una parte esencial de la vida americana y un elemento básico de la economía mundial” por eso es que se compromete­n con políticas energética­s que bajen los costos para los trabajador­es estadounid­enses y maximizar el uso de los recursos nacionales, el objetivo es liberar al país de la dependenci­a del petróleo extranjero.

“Una política de energía sana comienza con el reconocimi­ento de que tenemos enormes reservas de energía doméstica sin explotar aquí en Estados Unidos. La Administra­ción Trump adoptará la revolución de petróleo y gas de esquisto para atraer empleos y prosperida­d a millones de estadounid­enses”, añade. Debemos aprovechar los 50 billones de dólares que se tienen estimados en las reservas de esquisto, petróleo y gas natural y que están sin explotar “especialme­nte en las tierras federales que el pueblo estadounid­ense posee”.

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