Trump justifica medidas migratorias
“MI POLÍTICA ES SIMILAR A LA DE OBAMA”, ARGUMENTA
EL PRESIDENTE estadunidense Donald Trump justificó hoy su orden migratoria, que enfrenta amplio rechazo en Estados Unidos y críticas internacionales, al argumentar que es similar a una medida que aprobó su antecesor Barack Obama en el 2011.
“Mi política es similar a lo que el presidente Obama hizo en el 2011, cuando prohibió las visas para refugiados durante seis meses”, indicó el mandatario, en una breve declaración escrita difundida por la Casa Blanca.
Trump anunció el viernes nuevas medidas para verificar los antecedentes de refugiados que buscan asilo en Estados Unidos, a fin de impedir el ingreso de potenciales terroristas.
La medida suspendió durante 120 días la entrada de refugiados, detuvo indefinidamente la llegada de aquellos procedentes de Siria y durante 90 días a los provenientes de Irán, Irak, Libia, Somalia, Siria, Yemen y Sudán, con población predominantemente musulmana.
La noche del sábado, una jueza federal bloqueó parcialmente la orden ejecutiva migratoria del presidente Donald Trump y prohibió que los inmigrantes de esos siete países que resulten detenidos en Estados Unidos sean deportados a sus lugares de origen.
“Claramente ésta no es una prohibición contra los musulmanes, como los medios lo están reportando falsamente. Esto no es sobre religión, es sobre terrorismo, y mantener a nuestro país seguro”, sostuvo Trump.
El decreto de Donald Trump sobre la inmigración motivó la retención de más de un centenar de personas en las fronteras e impidió a otras 200 tomar un vuelo en dirección a Estados Unidos.
Las movilizaciones contra la medida se extendieron el fin de semana en Estados Unidos, pese a una victoria parcial obtenida el sábado ante la justicia.
Aunque al principio parecía que la medida alcanzaba también a quienes poseen permisos de residencia permanente (Green Card), el secretario de la Casa Blanca, Reince Priebus, precisó este domingo en la cadena NBC que “no les afectaba”, aunque podrían ser interrogados en profundidad a su llegada al país.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, informó que, de los 325,000 extranjeros llegados a Estados Unidos el sábado, “109 personas” pasaron por procedimientos de control reforzados para “garantizar que las personas a las que dejamos entrar en nuestro país vengan con intenciones pacíficas”, declaró este domingo a la cadena ABC.
Spicer justificó la ausencia de anuncio previo, que condujo a una situación de caos en los aeropuertos, sobre todo en Nueva York, por la necesidad de “garantizar que la gente no llegue en masa antes de que (el decreto) entre en vigor”.
El sábado, una jueza federal de Nueva York, a demanda de asociaciones de defensa de derechos humanos tras la detención de dos ciudadanos iraquíes, prohibió las deportaciones de personas detenidas que hubieran arribado con su documentación en regla en todos los aeropuertos estadounidenses.
Pero el decreto sigue en vigor en el resto del mundo, y las aerolíneas rehúsan embarcar a los ciudadanos de los siete países alcanzados por la medida, aunque posean una visa en regla.