Dinero, motivo para terminar todo
CARLOS PERALTA DECIDIÓ PONER EN VENTA EL EQUIPO, SIN NOMBRE Y LOGO. ESTE AÑO OPERARÍA CON NÚMEROS ROJOS Y LOS INGRESOS NO CUBRÍAN LAS EXPECTATIVAS
UNA DE las franquicias más tradicionales del deporte mexicano, Tigres de beisbol, dejará de jugar. No va más. El ingeniero Carlos Peralta —que nunca ha sido un amante de la pelota caliente como su padre— decidió hacer oficial ayer a través de la Liga Mexicana de Beisbol la venta de la franquicia, más no el nombre ni la marca. Si tienen 51.5 millones de pesos, el equipo es suyo.
Casi pasan inadvertidos, pero en algunos sitios del estacionamiento del centro comercial Parque Delta, muy cerca de la avenida Viaducto en la Ciudad de México, hay unas placas que dicen, “aquí era home”, “aquí era primera base”... en uno de los restaurantes de la plaza, en el Toks, había colgados hasta hace un año jerseys de hace más de 30 años de los Diablos y de los Tigres. El sitio más tradicional del beisbol mexicano cerró en el año 2000 y casi 17 años después, desaparece uno de los clubes más populares y tradicionales de la cultura deportiva mexicana: los Tigres.
Las cuentas no salían y el presidente del Grupo IUSA no estaba dispuesto a poner más plata. De acuerdo con datos obtenidos por El Economista, la franquicia necesitaba más de 50 millones de pesos anuales para operar, de los cuales el gobierno del estado de Quin
tana Roo aportaría 20 millones en el 2017 (según el portal Puro Beisbol) pero los ingresos comerciales y la venta de boletos no superaban los 15 millo
nes, misma cantidad que tendrían -como mínimo- como déficit, si no es que más, de acuerdo con un cálculo realizado por esta publicación.
Una de las franquicias con mayores gastos en la LMB era precisamente la de los Tigres.
Los clubes con menores gastos operativos invierten en la operación al menos 25 millones de pesos y los más importantes como Tigres, Sultanes y Diablos, al menos 50 millones de acuerdo con datos proporcionados por Forbes México.
Sostener una franquicia no es barato. Por ejemplo, con el pasado acuerdo del tope salarial, habrá salarios para los extranjeros que superarán los 200,000 pesos, que en los más de cinco meses y medio que dura la temporada, el pago por un jugador asciende a 1.2 millones.
También el gobierno del estado de Quintana Roo ha aportado mucho para la continuidad de la franquicia. Por ejemplo, invirtieron más de 40 millones de pesos en dos procesos de remodelación del parque Beto Ávila y algunos fideicomisos, como el de Promoción Turística de la Riviera Maya le dieron 8.5 millones de pesos en publicidad durante el 2015, de acuerdo con información proporcionada por Transparencia. Una de las cosas que sucederán es que desaparecerá del mapa la Guerra Civil. El tradicional duelo ante los Diablos Rojos no será más. ¿Por cuánto tiempo? Quizás para siempre si así lo decide Peralta y no revive el equipo.
La historia hizo leyenda a Diablos y Tigres por los épicos y apasionantes duelos en el extinto parque del Seguro Social. Luego la franquicia se mudó a Puebla (2002-2006) y posteriormente le abrieron la cartera en Quintana Roo (2007-2016).
El equipo está a la venta y será el Sr. Cuauhtémoc Rodríguez, Presidente Ejecutivo del club, quien se ocupe de las gestiones necesarias. No se incluirán en la venta el nombre de Tigres y los logotipos que el equipo utilizó durante su permanencia en la LMB”. Comunicado de la LMB
“El equipo que nació campeón” tras fundarse en 1955, año en el que ganó su primer título, se retira siendo uno de los equipos más tradicionales del beisbol mexicano, con 12 títulos.
De acuerdo con el periodista especializado Fernando Ballesteros, del sitio Puro Beisbol, la conservación de la marca y logo de los Tigres por parte del empresario mexicano Carlos Peralta se debe más bien a un tema de tradición y respeto a su padre, quien sí era un fan apasionado del beisbol.
Los Tigres. ¿Descansen en paz?