Prisión a exjefe de Inteligencia de CK
ARGENTINA Persecución “como en la peor época”, acusa
Buenos Aires. PROCESADO Y con pedido de prisión preventiva, el exjefe de Inteligencia del gobierno argentino de Cristina Kirchner (2007-2015), Oscar Parrilli, aseguró que lo acusan de encubrir a un exprófugo por narcotráfico gracias a “servicios de inteligencia que operan como en la peor época”.
El exfuncionario afirmó que “la democracia argentina está en grave riesgo” a raíz de este caso que atribuye al espionaje y persecución política contra Kirchner con acciones que a su juicio recuerdan a los años de la última dictadura (1976-1983).
“No voy a obstaculizar ninguna acción de la justicia”, dijo Parrilli en rueda de prensa poco después que un fiscal federal pidiera su detención preventiva por peligro de fuga.
Aseveró: “No me voy a fugar. No lo hice nunca y aunque quisiera, no tengo la capacidad”.
“Esta situación tiene como objetivo llevar adelante una acción muy armada desde el gobierno nacional, desde (Mauricio) Macri, para tener un control sobre todo el resto para condicionarlos”, dijo en referencia al presidente argentino.
El lunes, el juez Ariel Lijo procesó a Parrilli al considerar que cuando estaba al frente de la Agencia Federal de Inteligencia supuestamente ocultó los informes producidos por la Dirección de Contrainteligencia de ese organismo con el fin de que Ibar Pérez Corradi, acusado de homicidio y de narcotráfico, siguiera prófugo de la justicia.
Pérez Corradi fue el más buscado de Argentina hasta junio del 2016, cuando fue capturado en Paraguay.
Este exempresario farmacéutico fue acusado de ser el instigador de un triple crimen en el 2008 de personas involucradas con el tráfico de efedrina a Estados Unidos y México. También se le imputa por lavado de dinero.
“Estamos en un estado de emergencia democrática”, denunció Parrilli por unas escuchas que se difundieron en las últimas semanas y su procesamiento.
El fiscal federal Guillermo Marijuán apeló el martes el procesamiento que ordenó Lijo contra Parrilli porque se concretó sin dictar prisión preventiva.
Parrilli sostiene que varias de las escuchas de conversaciones telefónicas de él con la exmandataria Kirchner están alteradas.
AFP
Quito. EL GOBIERNO de Colombia y el ELN, última guerrilla activa de ese país, se alistaban el martes en Ecuador para inaugurar diálogos de paz para poner fin al conflicto más largo y sangriento de América.
Después de tres años de contactos secretos y varios meses de demora, delegados del gobierno de Juan Manuel Santos y del Ejército
de Liberación Nacional (ELN) instalarán la mesa de negociaciones a las 5 de la tarde, tiempo local, en la Hacienda Cashapamba, una propiedad de los jesuitas a 30 kilómetros de Quito.
“La fase pública de conversaciones (…) nos permitirá alcanzar la paz completa”, afirmó días atrás el presidente Juan Manuel Santos, Nobel de la Paz que selló un histórico acuerdo con las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), principal y más antiguo grupo insurgente del país.
“Muy buenos días para el mundo y Colombia, un gran amanecer latinoamericano lleno de esperanza, convicción, alegría y paz”, escribió este martes en Twitter el ELN, levantado en armas desde 1964.
El proceso de paz con el ELN “se anuncia difícil” y diferente al que se desarrolló durante cuatro años
en Cuba con las FARC, indicó a AFP el politólogo Frédéric Massé.
“EL ELN tiene reivindicaciones un poco más fundamentalistas que las FARC (...), quiere cambios mucho más profundos”, dijo este profesor de la Universidad Externado de Bogotá. “No se presenta como un representante del pueblo, sino como un mediador. Para el ELN, es la sociedad la que debe negociar”, agregó.