Proteccionismo
México tiene que diversificar su comercio
Seguimos sin saber qué es lo que realmente quiere Trump respecto de la relación comercial entre Estados Unidos, Canadá y México y, más allá del TLCAN, su visión respecto del intercambio comercial de Estados Unidos con el resto del mundo. Una primera señal fue abandonar el acuerdo transpacífico de cooperación (TPP por sus siglas en inglés) pero no más allá. El presidente estadounidense ha señalado que el declive del sector manufacturero en su país es el resultado de la transferencia hacia otros países como México y China de la producción, sin siquiera atender que esta caída inició en 1979 y que se aceleró por el cambio tecnológico en diversos subsectores. Lo que ahora observamos, particularmente en la región norteamericana es un alto grado de integración entre los tres países, lo cual ha derivado en una mayor competitividad frente al resto del mundo.
Otro argumento de Trump, particularmente respecto del comercio con México, es que es “injusto” ya que Estados Unidos tiene con nosotros un déficit comercial. Cierto, pero el déficit con México es sólo 8% del déficit total, significativamente menor al 48% que representa el que tiene con China e inclusive menor que el tiene con Alemania y Gran Bretaña.
Los dos argumentos anteriores permiten prever que si se abre la renegociación del TLCAN, tal como se ha anunciado, Estados Unidos adoptaría de entrada una actitud proteccionista. De materializarse ello, o inclusive en el caso extremo en el cual Estados Unidos abandonará el tratado, es claro que tendría un impacto negativo sobre los tres países, siendo México el más afectado ya que el 80% de nuestras exportaciones son hacia Estados Unidos y Canadá.
Ante el discurso proteccionista de Trump han surgido voces en México de que deberíamos tener una actitud similar es decir, adoptar medidas proteccionistas en contra de las importaciones que realizamos provenientes de Estados Unidos. Por otra parte, las reglas de la Organización Mundial del Comercio establecen que en caso de que Estados Unidos abandonar el TLCAN, México recibiría el trato de “nación más favorecida” por parte de este país (suponiendo que Trump aceptara regirse por las reglas de la OMC) mientras que a nosotros se nos permitiría establecer aranceles más elevados. ¿Debería México adoptar una política proteccionista? En mi opinión, sería un grave error.
México es, en el escenario mundial, una economía pequeña, refiriéndonos con ello a que no tiene poder de mercado es decir, en materia de exportaciones e importaciones somos “precio aceptantes”. Por lo mismo, la política comercial tiene que ser una de libre comercio internacional.
Por otra parte, el objetivo último de la política pública, particularmente de política económica, tiene que ser la maximización del bienestar de los consumidores, independientemente de cuál sea la fuente de los ingresos de las familias. Partiendo de ello, adoptar una política comercial proteccionista implicaría mayores precios internos no sólo para las importaciones sino también para aquellos bienes que producidos internamente compiten con los productos extranjeros, lo cual reduciría el nivel de bienestar de los consumidores mexicanos. Esto ya lo vivimos durante la etapa de sustitución de importaciones: mayores precios, menor diversidad de bienes, menor calidad de los mismos y transferencia de rentas de los consumidores hacia los productores protegidos. Volver a esa política sería un craso error.
Así, aun cuando Estados Unidos adoptara una política proteccionista, México tiene que mantenerse abierta al comercio internacional, garantizando jurídicamente la inversión nacional y extranjera y buscando diversificar el comercio y las fuentes de inversión extranjera directa. El bienestar de los consumidores está en juego.