El Economista (México)

El error de febrero

- Caitlin Gibson, Karen Heller

EN EL momento culminante final de los 89 Premios de la Academia, cuando Faye Dunaway leyó el nombre de la película en la tarjeta que tenía delante: “¡La La Land!”, había dos personas, de pie a cada lado del escenario, que supieron de inmediato que la película que acababa de anunciar no ganó el Óscar a la mejor película.

Nadie más lo sabía, y fue así por casi dos minutos completos. Cuando la audiencia estalló en aplausos, el elenco de La La Land se puso en pie de un salto y se abrazó.

Luego se dirigieron al escenario. El productor Jordan Horowitz pronunció un emotivo discurso de agradecimi­ento. El productor Marc Platt hizo lo mismo.

Alrededor de 1 minuto y 50 segundos después, dos personas apareciero­n en la pantalla: un hombre que llevaba un auricular, y Martha Ruiz, una de las socias de Pricewater­houseCoope­rs que supervisa el proceso de votación de los Óscar. El hombre del auricular habló con Horowitz. En medio de la confusión, el productor Fred Berger fue empujado a regañadien­tes del micrófono. Acababa de ser alertado de la equivocaci­ón.

Sólo entonces alguien actuó. Horowitz tomó el micrófono e hizo el impresiona­nte anuncio: “Lo siento, no, ha habido un error. Moonlight, ustedes ganaron la mejor película; esto no es una broma”.

No era una broma. Pero para las dos personas encargadas de supervisar el anuncio de los ganadores fue una pesadilla.

Fue el tipo de error que Ruiz y Brian Cullinan, socios de la firma de servicios profesiona­les Pricewater­houseCoope­rs, siempre han trabajado para evitar. Los dos co-líderes de la votación de los Óscar supervisan el proceso de recuento de votos, identifica­n a los ganadores de cada categoría, selecciona­n las tarjetas y las sellan en sus respectivo­s sobres, no sin antes memorizar cada ganador en cada categoría. En la ceremonia, Ruiz y Cullinan llevan maletines a juego, cada uno lleno de un juego completo de 24 sobres dentro.

“Idealmente, nos gustaría tener todo terminado varios días antes del show. El último día es cuando Brian y yo vamos a empezar a memorizar a los ganadores”, dijo Ruiz en una entrevista publicada el 10 de febrero.

Pero está la cuestión de por qué tomó tanto tiempo corregir un error que Ruiz y Cullinan deberían haber reconocido al instante. No habría sido lo ideal correr al escenario en el momento en que Dunaway hizo el anuncio. Pero pareció particular­mente desafortun­ado que el equipo de La La Land sufriera la humillació­n de pronunciar discursos por un premio que no ganó y que el equipo de Moonlight no tuviera mucha oportunida­d de reconocer su legítima victoria.

El director de Moonlight, Barry Jenkins, fue magnánimo en la sala de prensa.“Me di cuenta de la conmoción que estaba sucediendo y pensé que algo extraño había ocurrido. Estoy seguro de que todo el mundo vio mi cara. Yo estaba mudo con el resultado, porque he visto los Premios de la Academia y nunca había visto que eso sucediera antes”, dijo. “Hizo que una sensación especial fuera aún más increíble, pero no de la manera que esperaba”.

Nadie ofreció una razón de la confusión, dijo.

En la ceremonia de los Óscar, dos personas supieron al instante que La La Land no era la ganadora. ¿Por qué les tomó tanto tiempo anunciarlo?

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