Libro abierto, mente abierta
ESTE AÑO ESPERAN LLEGAR A 10,000 NIÑOS Y AL MENOS 24,000 DONADORES Librerías Gandhi da a conocer los resultados de su programa social de fomento a la lectura
PARA EL director de Mercadotecnia de Gandhi, Alberto Achar, los resultados del proyecto Libro Abierto han sido mágicos. Estamos hablando de niños que no tienen acceso a los libros y en la mayoría de los casos sin acceso a los contenidos audiovisuales que se encuentran en la red.
“Ver que los niños se te acercan y te hablan de sus libros favoritos, tan emocionados como quien tiene acceso a un iPad… ver que se encuentran con el libro de esta manera es mágico”, comenta Achar.
Libro Abierto es el programa social de Librerías Gandhi creado en el 2015 para el fomento a la lectura que capacita a promotores que motivan a niños en situación de vulnerabilidad para que descubran el amor por esta actividad. Este proceso incluye el suministro de libros basado en una bibliografía selecta. Adicionalmente, formarán bibliotecas en casas hogar con libros que los inspiren a construir una vida mejor. Con lo anterior, se busca el desarrollo personal y académico de los niños de bajos recursos a través de la lectura.
“Habíamos participado en proyectos sociales con donaciones pero nunca en algo de forma integral”, comenta Alberto.
Afortunadamente, este viaje tuvo un buen fin, de tal manera que 4,500 niños resultaron beneficiados por el programa, 52 guías (o maestros) fueron capacitados, 26 casas hogar y escuelas fueron incorporadas al programa y 25,000 libros fueron donados a las instituciones.
“Hablamos a través de la lectura… nos ayuda a estructurar nuestro pensamiento de manera diferente. Es una herramienta para expresarte y relacionarte con la gente, nos permite desarrollarnos como individuos libres y consientes, y nos permite imaginar un mundo mejor”, comenta Alberto.
Desde la creación de Gandhi en 1971 por Mauricio Achar, la misión
Venciendo el miedo al contagio del otro y ya sin nada que perder, tras ser bautizado con el rocío del contenido de un vaso que fue arrojado al aire, me lancé al baile. Me dejé arrastrar por el frenético ritmo de las percusiones.
“One”. Poses de poder, gestos de rabia, y en el caso de Trujillo, masivos brazos y manazas que amenazan con desquebrajar su bajo con cada rasgueo.
Y encajan “Master of Puppets”. Teatralidad. Y la masa juega a emular esta escenificación del poder. La voz de Hetfield es un calculado desgañitamiento marcial.
“Fight Fire With Fire”. No hay poder, ni en el escenario ni en la masa. Hay una erótica —eso que involucra de la librería ha sido la de fomentar la lectura. Por supuesto están conscientes de que se necesitan redoblar esfuerzos, pues finalmente estamos hablando de un país que posee el menor número de librerías por habitante a nivel mundial, donde sus habitantes leen apenas 2.9 libros al año y donde sólo 46% de la población es lectora. Sin mencionar que es el lugar 107 (de 108) países en hábitos de lectura. Es por eso que Libro Abierto viene a reforzar la misión de la librería en sus orígenes.
Para este año, se espera poder llegar a 10,000 niños, sin que esto implique descuidar a los “nuevos lectores” que se ganaron el año pasado. Este año ya van 7,000 donadores; en el 2016 hubo 24,000.
Los interesados pueden donar 15, 30 o 50 pesos. Por cada donativo, Gandhi pondrá una cantidad similar.
Para conocer más del proyecto entra a www.gandhi.com.mx/ libroabierto. el disfrute de ser cuerpo— del estar juntos.
“Enter Sandman”. Final del encore. Las guitarras y la voz apelan al individualismo, y le cantan a su gloria unipersonal. Pero la chamba de Metallica es convocar a miles. En el metal los cuerpos acéfalos se lanzan unos contra otros. Danza de los globalizados, que, anónimos, celebran el estar juntos.
A los que asistan a los conciertos del 3 y 5 de marzo va una sugerencia: dejen la cabeza en casa, y vayan dispuestos a unirse al slam, a encontrarse con los otros en un contacto violento que nada tiene que ver con la guerra, y mucho con el celebrar la cercanía.
Los niños llevan a casa el deseo de leer, y terminan contagiando a los padres que antes no leían. El fenómeno llega a casa y así a más gente”.
Alberto Achar