Trump, los mimos y Poroshenko
El presidente de Ucrania es conocido como el
LChocolate Rey del
a victoria de Donald Trump ha monopolizado la mirada global sobre Estados Unidos. Desde el 8 de noviembre, la sensación de que el reloj mediático se paró en la cuenta de Twitter del presidente o en los medios como CNN o The Washington Post, es algo más que evidente. Sin embargo, el mundo continúa con su ritmo normal aunque sin la presencia de los medios.
Isaac Webb, editor en Kiev, recordaba hace algunas semanas en Foreign Policy que el presidente Petró Poroshenko ha aprovechado la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca para movilizar a su ejército en la llamada “zona gris”, tierra de nadie en la zona fronteriza en la parte este de Ucrania. Poroshenko, al avanzar por la zona Avdiivka, está violando los acuerdos de Minsk II, firmados en febrero del 2015.
En el ámbito político, Poroshenko preguntó públicamente el 31 de enero: ¿quién se atreverá a hablar del levantamiento de las sanciones económicas a Rusia después de la victoria de Trump? El presidente ucranio metía presión a congresistas republicanos antes de las revelaciones periodísticas en Estados Unidos que hicieron caer al consejero nacionaldeSeguridad, Michael Flynn.
El exvicepresidente Joe Biden articuló una estrategia de contención en el Congreso ucranio. “No hay partido por la paz” en Ucrania, recuerda Isaac Webb.
Ya que el efecto Trump ha hecho las veces de un eclipse mediático, existen similitudes entre los presidentes de Estados Unidos y de Ucrania. La principal: ambos son empresarios.
“No sé quién será el próximo presidente. Cruzo los dedos”, dijo entre sonrisas Petró Poroshenko durante un foro de inversionistas en Ucrania. Era el año 2011 y el actual mandatario ucranio daba un discurso en su traje de hombre de negocios exitoso y miembro del Consejo del Banco Nacional.
Oriundo de Bolhrad (sur), Poroshenko comenzó vendiendo granos de cacao y luego compró varias fábricas de dulces y chocolates, que fusionó para transformarlas en un emporio de Europa del Este, Roshen, productora de 450,000 toneladas anuales de golosinas, según la página web . Posee una empresa que fabrica automóviles y autobuses, un astillero y un canal de televisión, Kanal 5, clave en la lucha contra Yanukovich, el anterior presidente.
La fortuna de Poroshenko, estimada en 1,300 millones de dólares por la revista Forbes, se ha visto afectada por la crisis con Rusia, que prohibió las importaciones de los populares chocolates de Roshen.
Otra similitud entre Poroshenko y Trump son los escándalos.
Desde el Parlamento ucranio se han anunciado exigencias de una profunda investigaciónrespecto a las acusaciones contra Poroshenko.
Según cuenta el diputado Alexandr Oníschenko, hoy prófugo, se trata de grabaciones de conversaciones privadas y fotografías de documentos confidenciales que prueban, entre otras cosas, la compra de votos en el Parlamento por parte de miembros de la administración presidencial y la presión que ésta ejerce sobre los medios de comunicación. Gobernar es mucho más complejo que venderle un chocolate a un niño.
La mimetización de Poroshenko llegó a Washington.