Hacienda pasará la cre facultad de determinarlas Tarifas serán más transparentes
LAS TARIFAS eléctricas, que en los últimos meses alcanzaron aumentos interanuales de más de 26 y 36% en los sectores comercial e industrial en alta tensión, son un talón de Aquiles de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que está sujeta a las variaciones que determina la fórmula de la Secretaría de Hacienda por la volatilidad en los precios de los combustibles, que la estatal asume en espera de mayor transparencia en la definición de cobros y cambios en la base de insumos de la empresa.
La buena noticia para la CFE es que, en los próximos meses, cuando la Comisión Reguladora de Energía publique las tarifas reguladas de suministro que se sumarán a las existentes de transmisión y distribución, y el gobierno federal emita la política de subsidios a los consumidores básicos, el cobro será completamente transparente y se observará que la estatal sólo transfiere estas definiciones.
Por lo pronto, el director general de la CFE, Jaime Hernández Martínez, explicó a El Economista, que las tarifas para 99% de los consumidores del país se han mantenido sin aumentos desde hace 27 meses, lo que ya implica una reducción de 10% en términos reales para los hogares subsidiados.
Sin embargo, el resto de la composición de clientes, que pasó 16 meses sin aumentos, reciben desde junio del año pasado incrementos consecutivos, derivados de los costos de los combustibles.
“Hay que recordar que cerca de 80% del costo de generar energía eléctrica está asociado con el costo del combustible que utilizas para generarla, de manera que si usamos más combustóleo y más diesel, los precios serían más caros que los que tenemos hoy; si emigramos al gas, que es 45% más barato que el combustóleo y el diesel, los precios se amortiguan de cierta manera”, dijo.