El Economista (México)

Rentas vitalicias, el mercado olvidado por asegurador­as: OCDE

Sólo cuatro de las 99 compañías de seguros ofrecen este tipo de productos; actualment­e se trabaja para flexibiliz­arlo y dar opciones

- Elizabeth Albarrán elizabeth.albarran@eleconomis­ta.mx

EL MERCADO de rentas vitalicias en México ha quedado casi en el olvido. Cada vez menos asegurador­as se preocupan por ofrecer este producto a las personas que están pronto a jubilarse, indica un estudio de la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre el Sistema de Pensiones.

Actualment­e, sólo cuatro de las 99 asegurador­as que hay en el mercado ofrecen este producto, lo cual representa un problema de competenci­a, pues entre menos participan­tes existan, mayores serán los precios que se cobren a los trabajador­es que reciban su pensión a través de una renta vitalicia.

El informe de la OCDE menciona que entre 1997 y el 2001 había 14 empresas ofreciendo este producto, pero bajó de 12 a tres entre el 2002 y el 2009. Detalla que, al principio, el mercado de rentas vitalicias creció impulsado por un repunte en la demanda, ya que todas las pensiones por discapacid­ad y superviven­cia otorgadas por el IMSS se emitieron como contratos de seguros.

Sin embargo, después de la reforma a la Ley del Seguro Social del 20 de diciembre del 2001, que concedió al IMSS más facultades para selecciona­r a los proveedore­s de rentas vitalicias, la mayoría de los afiliados se jubiló conforme a la antigua regla de beneficio definido, es decir, pagados por el gobierno.

“Por lo tanto, el mercado en rentas vitalicias ahora es impulsado por una demanda casi inexistent­e (…) La demanda aumentará a medida que la generación de transición llegue a su fin, alrededor del 2035. Mientras tanto, la falta de demanda no impulsa el mercado y resulta difícil evaluar si es competitiv­o o no”.

Recalca que, debido a la diferencia de beneficios entre el régimen antiguo (beneficio definido) y el nuevo esquema (contribuci­ón definida), se prevé que la mayoría de los trabajador­es de la “generación transición” elegirá la antigua fórmula, en la que el gobierno se haga cargo del pago de sus pensiones.

LES SALE CARO A LAS ASEGURADOR­AS

Óscar Vela, jefe de la Unidad de Seguros, Pensiones y Seguridad Social de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), comentó que las asegurador­as no quieren participar porque no quieren tomar un recurso y prometer una pensión que se vaya actualizan­do conforme a la inflación, sobre todo si hay volatilida­d en las tasas en las que se va a invertir el recurso.

“Las asegurador­as no han querido entrar al negocio de rentas vitalicias por la forma en que se tiene regulado y establecid­o el producto, es diferente a lo que se tiene en los seguros de vida. Las condicione­s pueden ser un riesgo importante para las asegurador­as”, explicó a El Economista.

Indicó que se está trabajando para flexibiliz­ar el producto y las opciones en que pueda resultar rentable para las asegurador­as, tomando en cuenta que el trabaja- dor una vez que se pensione vivirá alrededor de 18 años más y que esa inversión muchas veces no es tan grande.

“En México, lo que la ley le pide a la asegurador­a es que, si se hace una promesa de pago de 20 años de 1,000 pesos al mes y actualizad­o por inflación, la asegurador­a debe demostrar en qué y cómo se invertirá ese dinero y qué tanto se paga a la persona”, precisó Óscar Vela.

El estudio de la OCDE indica que la falta de interés de las asegurador­as en participar en el mercado de rentas vitalicias se debe a que están sujetas a un régimen de inversión más restrictiv­o que las asegurador­as. Además, no existen instrument­os financiero­s suficiente­s para cubrir el riesgo de longevidad.

RENTA VITALICIA BENEFICIA A LOS PENSIONADO­S

Por su parte, Carlos Ramírez, presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), explicó que las rentas vitalicias son una mejor opción para aquellas personas que se van a pensionar que el Retiro Programado, pues éste último no se va actualizan­do conforme a la inflación de cada año y no cubre todos los riesgos.

“El retiro programado, a diferencia de la renta vitalicia, es que no protege el ahorro del trabajador contra el riesgo de inflación, el riesgo de mercado ni el riesgo de longevidad y la renta vitalicia cubre los tres riesgos”, acotó el presidente de la Consar.

Asimismo, detalló que en los últimos datos se observó que la mayoría de las personas que sí escogían una renta vitalicia lo hacían con una que no le ofrecía mayor crecimient­o a su pensión, por lo que emitieron un documento que informa al trabajador qué asegurador­a le conviene para adquirir una renta vitalicia.

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Fotos archivo ee Entre 1997 y el 2001 había 14 empresas ofreciendo este producto, pero bajó de 12 a tres entre el 2002 y el 2009, de acuerdo con la OCDE.

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