¿Fiscal de transición o fiscal de chocolate?
Mientras el auditor superior reclama la peccata minuta de 1,700 millones de dólares al prófugo favorito de México, Don Javier Duarte de Ochoa, en el ambiente senatorial ronda la idea de diferir, una vez más, el proceso para elegir al próximo fiscal anticorrupción, “porque no hay condiciones”.
Mientras México se desploma en los indicadores internacionales de corrupción, transparencia y Estado de Derecho, aquí nos preguntamos si hay condiciones para elegir una de las piezas claves del nonato y tan cacareado Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).
Las organizaciones de la sociedad civil, Imco, México Unido contra la Corrupción y sus socios señalan que no hay condiciones de transparencia ni autonomía para nombrar al fiscal anticorrupción, además de que en el 2018 habría que nombrar uno nuevo. Opinantes de ocasión, argumentan que no desean un fiscal de chocolate, también le han llamado floral o de ornato.
Mientras México sigue cayendo en el abismo profundo y negro de la corrupción, buscamos condiciones. Nunca habrá malas condiciones, ni mal tiempo para iniciar ¡la guerra contra la corrupción!
¡Sí hay una guerra pendiente! Es contra la corrupción, hay que investigar, perseguir y castigar con todo el rigor de la ley a los políticos corruptos; ellos son los verdaderos enemigos de México.
El primer fiscal anticorrupción, por el tiempo que llegue, tiene que sentar las bases institucionales para dejar atrás la inoperante subprocuraduría especializada; debe lograr la transición del actual sistema a uno acorde a la reforma constitucional, establecer mecanismos de coordinación necesaria con el SNA, la PGR y la sociedad civil.
Por cierto, de acuerdo con la ley, el próximo 9 de abril debe iniciar funciones el Comité Coordinador del SNA, donde el fiscal ocupa una posición clave para combatir este mal.
En un polémico proceso, signado por el plagio, el bombardeo de la sociedad civil y la apatía de los senadores, con celular en mano y muy poca atención, se desarrolló la pasarela de los aspirantes a fiscal anticorrupción.
En el ambiente flota la idea de que Hallivis Pelayo será finalista; se menciona que el expresidente del Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa padece del exceso de padrinos; otroponente que destacó fue Edgardo Flores Campbell, quien llega menos comprometido. Haga usted sus apuestas: fiscal de chocolate o fiscal de transición.
No sabemos si existen condiciones adecuadas, lo que sí sabemos es que no podemos aplazar más la guerra contra la corrupción.