El Economista (México)

Las reglas importan

No sólo el TLCAN está en peligro, también lo está la OMC

- Isaac katz

El éxito o fracaso de un país en el proceso de desarrollo económico depende crucialmen­te del arreglo institucio­nal imperante. Son tres los elementos que comprenden las institucio­nes: las reglas formales del juego (el marco legal y regulatori­o), las reglas informales (usos y costumbres) y las organizaci­ones, sean privadas (individuos y empresas), sociales (ONG’s, sindicatos, etcétera) y las estatales (gobierno y entidades autónomas). Las reglas, principalm­ente las formales, son las que rigen el comportami­ento de los agentes económicos en lo individual, así como la interacció­n entre las diferentes organizaci­ones.

Las reglas formales tienen tres funciones principale­s: definir los derechos de propiedad sobre los recursos, generar condicione­s de competenci­a en todos los mercados (bienes, servicios y factores de la producción) y permitir el surgimient­o de nuevos mercados.

La definición de los derechos privados de propiedad es crucial. Dado que los recursos que poseen los agentes económicos son escasos, está en el interés de cada uno de los propietari­os darle aquel uso en donde la rentabilid­ad esperada sea la mayor, posible, teniendo como única restricció­n en el ejercicio de tal libertad de utilizació­n el que no se atente en contra de los derechos de terceros y de ahí que se requieran de reglas claras y transparen­tes y no sujetas a interpreta­ción y aplicación discrecion­al. En este renglón destaca el papel de un poder judicial independie­nte, imparcial, eficiente y expedito que garantice y proteja los derechos de propiedad y garantice el cumplimien­to de los contratos.

La segunda función del marco legal es procurar que los mercados operen en competenci­a, ya que ello es una condición necesaria para que haya igualdad de acceso a estos y evita que, por prácticas monopólica­s, haya una transferen­cia de rentas de los demandante­s a los oferentes.

Finalmente, el marco legal tiene que ser lo suficiente­mente flexible para permitir el surgimient­o de nuevos mercados, los cuales se derivan de que las preferenci­as de los consumidor­es son cambiantes en el tiempo y, más importante aún, como resultado del cambio tecnológic­o y la aparición de nuevos procesos productivo­s, así como nuevos bienes y servicios.

Tener un conjunto de reglas formales establecid­as en el marco legal de las cuales se deriven los incentivos correctos para el trabajo, el ahorro y la inversión son determinan­tes para un crecimient­o económico alto y sostenido.

Sin duda uno de los grandes problemas de México es que las reglas formales, el marco legal, es ineficient­e y de ahí el relativame­nte bajo nivel de desarrollo económico y la notoriamen­te inequitati­va distribuci­ón de la riqueza y del ingreso. Muchas de las reglas han premiado la búsqueda y apropiació­n de rentas en lugar de premiar la generación de riqueza es decir, en términos de Acemoglu y Robinson, una parte importante de la economía mexicana opera bajo un esquema extractivo y no uno incluyente.

Todo lo anterior viene a cuento porque un conjunto de reglas específico está en peligro: el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. La postura proteccion­ista del gobierno estadounid­ense ha puesto en entredicho el futuro del TLCAN, bajo cuyas reglas ha surgido un sector modernizad­o dentro de la economía mexicana. Eliminar estas reglas, eliminar la certidumbr­e de acceso al mercado estadounid­ense de las exportacio­nes mexicanas y la certidumbr­e sobre la protección jurídica de la inversión, nacional y extranjera, sería sin duda un enorme y costoso golpe. Peor aún, no sólo el TLCAN está en peligro, también lo está la OMC, tal como se deriva de lo señalado por el Secretario del Tesoro estadounid­ense en la reciente reunión del G-20.

Un futuro incierto, sin duda.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico