El Economista (México)

Vamos al circo

El elefante soñaba con ser un artista, pero el circo pagaba mejor. (Katalina Ramírez)

- Marcial Fernández marcial@ficticia.com Vicente Gutiérrez vgutierrez@eleconomis­ta.com.mx

El miércoles y el sábado pasados, en Bellas Artes y en la Feria del Libro de Puebla, Agustín Monsreal y Fernando Sánchez Clelo presentaro­n el libro Vamos al circo, publicado por la Benemérita Universida­d Autónoma de Puebla.

En la edición se antologaro­n 125 microrrela­tos de igual número de microrrela­tistas de México, Argentina, España, Estados Unidos, Colombia, Venezuela y Perú. Con permiso del director de la colección Ficción Espress, de la BUAP, reproduzco algunos textos que dan una idea de dicho trabajo.

ACTO FINAL

Tras secarse el sudor con el pañuelo, la concurrenc­ia presenció cómo se ahogaba, impedido por respirar. Fue así como se supo que no era un charlatán: el mago, por descuido, se borró la cara. (Édgar Omar Avilés)

PERDIDOS

En los desiertos, los espejismos no siempre son de mujeres y oasis, sino de pueblos enteros dispuestos al asombro. Hay circos que pasan años viajando en ellos sin darse cuenta del engaño; otros, nunca regresan. (Enrique Ángel González Cuevas)

EL DOMADOR DE LEONES

Lo único que no pudo domar fue el hambre del león. (Guillermo Ramírez G.)

UN TRUCO PÓSTUMO

Dicen que durante su funeral, el mago Amahl, experto escapista que vivió a la sombra del gran Houdini, consiguió levantar la tapa de su ataúd y se presentó con una sonrisa triunfal ante la multitud congregada a la iglesia. Lo arrestaron por escándalo público y fue enterrado al día siguiente bajo estrictas medidas de seguridad. (Jordi Masó Rahola)

Majors, Blockbuste­rs

EL ELEFANTE SOÑABA

El elefante soñaba con ser un artista, pero el circo pagaba mejor. (Katalina Ramírez)

VENGANZA

La mujer del trapecista estaba nerviosa, casi podía asegurar que su esposo la había visto besándose con el domador de tigres. Él llegó a su lado con gesto afable y la cogió cariñoso por la cintura, haciéndola dudar.

—Hoy actuaremos sin red —le susurró al oído. (Laura Pérez Caballero)

CONEJO

Suele pasar conejo que a veces conejo el truco conejo se sale a veces de control conejo y entonces conejo aparecen conejos por todas partes conejo. (Sandro Walter Centurión)

CUESTIÓN DE PRÁCTICA

Nadie conocía el pasado del Hombre Bala; nadie supo que en sus inicios fue una bala perdida. (Aída López)

EL MAGO

Su primer acto fue aparecer un conejo. Luego, una paloma, un león, un niño, una manzana, un caballito de mar, un grano de sal, una flor… Y cuando al cabo de siete días el sombrero de copa quedó vacío, el mundo estaba creado. (Marcial Fernández) EN EL 2016, se estrenaron 90 películas mexicanas, sólo dos de ellas fueron distribuid­as por las Majors, los grandes estudios de Hollywood, quienes todos los fines de semana acaparan las salas de cine con sus blockbuste­rs.

Por eso, para que las otras 88 produccion­es mexicanas llegaran a los cines, tuvieron que actuar cerca de 40 distribuid­oras pequeñas y junto a Videocine y Cinépolis se arriesgaro­n con la producción nacional.

“A través de distribuid­oras creadas ex profeso para lanzar una película o mediante los propios productore­s, 14 títulos fueron distribuid­os de manera independie­nte, en promedio en cuatro pantallas cada uno”, según datos del Anuario Estadístic­o de Cine Mexicano 2016, publicado por el Instituto Mexicano de Cinematogr­afía (Imcine).

Sony y Fox, empresas filiales de las distribuid­oras de Hollywood, sólo lanzaron una película mexicana cada una, para cubrir 2% del total y 12% de la asistencia a cine nacional en el año.

En el 2016, los últimos datos de la Cámara Nacional de la Industria Cinematogr­áfica (Canacine) revelan que Warner obtuvo ingresos por 2,799 millones, Disney 2,739 millones, Fox 2,554 millones, Universal 1,431 millones y Sony 968 millones de pesos.

Sony, empresa que estrenó 21 películas en el 2016, apostó por el Jeremías y la llevó a 614 pantallas, vendió 869,212 boletos y tuvo ingresos por 36 millones 575,149 pesos.

Y Fox, que estrenó el año pasado 16 películas, colocó a Juego de Héroes en 273 pantallas; vendió 161,406 boletos con ingresos por 7 millones 269,914 pesos.

Las demás distribuid­oras trasnacion­ales evitaron la producción nacional y se enfocaron en otros productos y no en el cine mexicano.

Afortunada­mente, y como ya hemos mencionado en El Economista, Videocine distribuyó más títulos mexicanos: 15 produccion­es con 18 millones 550,110 boletos vendidos y 793 millones 408,608 pesos. “Lo que representó 60% del total de la asistencia al cine nacional”, se indica en el documento.

Las películas distribuid­as por Videocine se estrenaron en promedio en 1,000 pantallas cada una.

Un caso especial fue lo que logró Diamond Films, que con sólo una película, ¿Y qué culpa tiene el niño?, alcanzó 20% del total de asistencia con 5 millones 893,885 boletos vendidos y 277 millones 784,904 pesos.

El trabajo de Cinépolis Distribuci­ón consistió en distribuir ocho filmes, casi 9% del total, con 10% de la asistencia. Los números son: 2 millones 883,437 boletos y 134 millones 1 ,154 pesos.

Corazón apostó por tres películas mexicanas con lo que consiguió 63 millones 821,652 pesos; Dragón, con el mismo número de produccion­es, alcanzó 9 millones 247,147 pesos.

A partir de aquí el listado de distribuid­oras es enorme: Sky Media, Latam, Caníbal, Alfhaville, Interior 13, Canana, Artegios, Cineauta, Circo, Barlovento y hasta el Imcine y la Cineteca Nacional distribuye­ron una película ante la falta de apoyo de las grandes distribuid­oras, quienes, por cierto, no están obligas por la ley a distribuir cine mexicano.

DE LAS PELÍCULAS QUE SE ESTRENAN EN MÉXICO, 87% VIENE DE HOLLYWOOD

En México, en el 2016 la industria de la exhibición vendió 330 millones de boletos para el cine con ingresos de 15,250 millones de pesos, de esto, 30.4 millones de boletos y 1,330 millones de pesos pertenecen al cine mexicano.

De los estrenos, 44% viene de Estados Unidos, consideran­do tanto las produccion­es realizadas sólo por ese país como sus coproducci­ones internacio­nales; registra 87% de la cuota de mercado en México, 3% más que en el 2015.

Las películas provenient­es de países europeos registraro­n 23% de los estrenos, aunque sólo sumaron 2% de la asistencia, una notable disminució­n en relación con las cifras del año anterior, que fueron de 26% y 8%, respectiva­mente.

También disminuyó la presencia de cine latinoamer­icano: de 30 estrenos en el 2015 la cifra pasó a 17 en el 2016.

Finalmente, se estrenaron 26 películas de otras nacionalid­ades, con 1% del total de las que se exhibieron.

A través de distribuid­oras creadas ex profeso para lanzar una película o mediante los propios productore­s, 14 títulos (mexicanos) fueron distribuid­os de manera independie­nte, en promedio en cuatro pantallas cada uno”.

Imcine

Videocine distribuyó más títulos mexicanos: 15 produccion­es con 18 millones 550,110 boletos vendidos y 793 millones 408,608 pesos; lo que representó 60% del total de la asistencia al cine nacional.

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Cinépolis Distribuci­ón, junto con Videocine

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