Retrasos y simulaciones
El oficio está fechado el 31 de marzo y su destinatario sería el director general de Aeroméxico, Andrés Conesa Labastida. ¿El remitente?: Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes, quien dio alcance -para su conocimientoa la subsecretaria Yuriria Mascott Pérez.
La autoridad del ramo formalizaba un llamado de atención a la principal línea aérea del país por la información que sobrecargos y pilotos transmiten habitualmente a los usuarios, cuando su vuelo está retrasado. “Una operación de carácter oficial” es la culpable de la demora, dicen los tripulantes.
“Esta aseveración es del todo incorrecta, ya que como ustedes saben las demoras son originadas por desfases en la ejecución de las operaciones comerciales”, replicó el secretario Ruiz Esparza en el documento que circuló a finales de la semana pasada; asimismo, requirió al directivo prohibir “dar información inexacta” a los pasajeros “pues ello genera una percepción equivocada e incorrecta. En caso de que las tripulaciones sigan responsabilizando a las operaciones oficiales como causa de retraso... nos veremos obligados a aplicar las sanciones correspondientes y difundir públicamente las causas reales que generaron la alteración de los horarios de los vuelos”.
Una amonestación, igual de enérgica, es aplicable a Interjet si las autoridades toman en cuenta lo ocurrido ayer con los vuelos 2200 y 2220, con destino a Guadalajara; 2120, a Monterrey, y 3922, a San José de Costa Rica, que 90 minutos después de sus horarios de despegue aún seguían en plataforma, con los pasajeros a bordo.
“La saturación del aeropuerto afectó nuestras operaciones”, explicó la tripulación. Según la SCT, dos terceras partes de las demoras en operaciones comerciales en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México durante el 2016 fueron por responsabilidad de las aerolíneas y sólo una cuarta parte, por condiciones climatológicas. El resto (9%) fue imputable a la infraestructura aeroportuaria.
“Ninguna demora fue provocada por la realización de operaciones oficiales”, enfatizó Ruiz Esparza en su misiva. “Es necesario exigir eficacia, rapidez y honradez a las aerolíneas”, reclama el senador chiapaneco Luis Armando Melgar, quien empujó en la Cámara Alta una propuesta sui géneris para sancionarlas: una bonificación -que no podrá ser menor a 20% del costo del boleto- cuando el retraso en la hora de salida del vuelo sea mayor a 30 minutos y por causas imputables al concesionario o permisionario. Y si dicho retraso fuera mayor a una hora, el consumidor tendrá derecho de cancelar su viaje y el concesionario o permisionario se verá obligado a reintegrarle el costo total del boleto, a solicitud expresa, en un plazo no mayor a cinco días hábiles.
En la Cámara Baja también está en curso una iniciativa de reforma a la Ley de Aviación Civil, que obligaría a las aerolíneas privadas a compensar a los usuarios por retrasos o cancelación de vuelos imputables a sus propias operaciones, que están divulgando dolosa y falsamente entre los pasajeros que dichas demoras o cancelaciones se deben a operaciones de carácter oficial.
Veremos cómo reaccionan las líneas aéreas en este estira y afloja, aunque la mejor respuesta que podrían dar es ser eficientes y cumplir con los horarios que el AICM les asigna para la ejecución de sus operaciones. No se pueden llamar sorprendidos, ya que el secretario Gerardo Ruiz Esparza personalmente les ha enviado misivas a los directivos de las aerolíneas advirtiéndoles de las sanciones a que estarán sujetos si continúan malinformando a los usuarios.
La aviación es una parte fundamental de la economía del país, pues aporta 2.9% al PIB y genera más de 1 millón de empleos en México. La industria aérea es un catalizador de negocios tanto a nivel nacional como internacional y promueve mayor riqueza y desarrollo en las naciones. Se estima que en las próximas dos décadas el transporte aéreo generará alrededor de 100 millones de empleos y más de 6,000 millones de dólares al PIB mundial.
EFECTOS SECUNDARIOS
EN EL LÍMITE. Esta semana es crucial para la industria siderúrgica. La Secretaría de Economía, a cargo de Ildefonso Guajardo, debe dejar claro dónde está el interés nacional: ¿con los productores o con los importadores de acero chino? Sobre la mesa se pone si permanece o no el arancel a las importaciones de acero chino, vigente hasta esta semana, para poner piso parejo a la competitividad de la planta siderúrgica del país. El detalle será ver si los dos o tres distribuidores de acero chino -cuya sobreoferta está afectando a la industria acerera mundial- podrán convencer a la Secretaría de Economía de quitar el arancel, que no afecta a los consumidores finales mexicanos y equilibra al mercado y las condiciones de competencia ante un competidor que se ostenta como economía de mercado sin serlo.