El mundo alza
Se esperan cerca de 500 manifestaciones en todo el mundo ante las políticas anticiencia que estará impulsando el gobierno de Estados Unidos
EL PRÓXIMO 22 de abril, en el Día de la Tierra, en un esfuerzo global sin precedente, más de 430 marchas simultaneas alrededor del mundo estarán alzando la voz por una sola causa: el papel de la ciencia en beneficio de la humanidad.
Esta iniciativa, a la que se sumarán varios estados de la República, comenzó en Estados Unidos, país donde a raíz de las políticas implementadas por el actual presidente Donald Trump, la comunidad científica se siente amenazada y en peligro de retrocesos importantes.
Sobre este suceso, el doctor Jonathan Samet, director del Instituto de Salud Global de la Universidad del Sur de California, aseguró en entrevista que en este momento hay un movimiento contra la evidencia y los científicos. “En esta nueva época del presidente Trump se ha vuelto más grande y lo más importante es destacar a la ciencia como el pilar fundamental y sus contribuciones a la vida pública”.
Como exmiembro del Comité Asesor Científico de la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos), Samet aseguró que hay bastantes cosas que están cambiando y preocupan demasiado, pues “hoy la misión de quienes la lideran es disminuir la Agencia, la cual utilizaba la evidencia y las investigaciones como principal herramienta para hacer las políticas públicas”.
En estudios realizados por el mismo doctor Samet, especialista en riesgos para la salud asociados con contaminantes inhalados, incluyendo contaminación del aire, humo de segunda mano y radón, se ha demostrado que, si se sigue en este camino, es muy probable que no se lleguen a las metas y regulaciones ambientales que van a proteger al mundo entero, no sólo a Estados Unidos.
“Esta es parte de la preocupación, de que la persona encargada ahora de la EPA es una persona cuyo propósito es que se vean con menos importancia todos es- tos hechos y quitar muchos de los avances que hemos tenido. Creemos que este tema está en peligro”.
Aun así, aseguró que si mundialmente se pone un granito de arena se van a lograr muchas cosas, aunque no se logre todo lo que se tenía previsto, especialmente si Estados Unidos toma normas que son distintas al camino que se había iniciado.
Agregó que hasta ahora las posiciones que en esta administración deberían ocupar los científicos aún están vacías. “No hemos sido tomados en cuenta”, asegura.
Por su parte, la doctora Lourdes Baezconde-Garbanati, miembro del Comité Consultivo Interno del Centro para la Promoción de la Salud Ambiental de la Nación, aseguró a El Economista que la gente está preocupada de cómo van a venir todas las políticas en esta nueva era con el presidente Trump.
“Hay mucha incertidumbre sobre lo que va a pasar en el área científica, que es una de las áreas más importantes, y ya estamos viendo que se congelan presupuestos y decisiones que se habían tomado en pro del ambiente”, añadió.
La también directora del Centro para la Equidad en Salud en las Américas aseguró que esto ha sido una de las principales motivaciones, “no vamos a esperar a ver qué