Descartan efecto dominó ante default venezolano
Es “muy bajo” el riesgo de contagio a otros emergentes endeudados, o a países vecinos; hace mucho que los mercados esperan el incumplimiento del país: Fitch
LAS TRES principales agencias de calificación financiera (Standard and Poor’s, Fitch y Moody’s) volvieron a bajar sus respectivas notas sobre Venezuela, calificando de “altamente probable” que deje de pagar sus deudas. Los mercados no parecen preocuparse mucho por este default, anunciado ya desde hace algunos años.
“Este deterioro se produjo ‘al ralentí’ y ha sido claramente identificado por los mercados, que hace mucho tiempo esperan un default de Venezuela” afirmó Tony Springer, director general de Fitch para el sector de deuda soberana, quien considera que es “muy bajo” el riesgo de contagio a otros emergentes endeudados, o a países vecinos.
El economista venezolano Orlando Ochoa confirma: “El manejo fiscal, monetario y cambiario de los otros países latinoamericanos no tiene nada que ver con el pésimo manejo de Maduro. Es difícil encontrar un país que lo haga peor”, añade. “Será sin duda el default más complicado de la historia, pero también con el menor impacto global”, prevé Christopher Dembik, responsable de investigación económica de Saxo Bank.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya había descartado hace un mes un efecto dominó, al prever “efectos mínimos de esta crisis en los demás países”.
LAS SANCIONES DE WASHINGTON
Hasta ahora, Caracas ha logrado cumplir con sus pagos en los plazos, pese a la fuerte caída de las cotizaciones del petróleo en los últimos años, y a la crisis que afecta a su economía y ha sumido al país en una hiperinflación.
La situación financiera del país se complica más con las sanciones financieras impuestas por el presidente estadounidense Donald Trump a fines de agosto contra Venezuela, al prohibir la compra de obligaciones emitidas por Caracas o por la compañía petrolera PDVSA.
El futuro de Venezuela depende también de la actitud de sus dos principales aliados económicos, y también acreedores: Rusia y China. El ministro ruso de Finanzas, Anton Siluanov, citado por la agencia Interfax, anunció este miércoles que Rusia y Venezuela tenían “un acuerdo para la reestructuración” de la deuda del país latinoamericano, pero no proporcionó cifras ni modalidades precisas.
NO BUSCA APOYO DEL FMI
Venezuela no ha solicitado apoyo del FMI para conducir el proceso de renegociación de su deuda, aunque el organismo externó mayor preocupación con la crisis humanitaria por la que atraviesa.
La institución dijo estar siguiendo de cerca la situación económica del país, donde este año se anticipa una contracción de 7.4% del PIB, así como sus potenciales efectos en la región, aunque la atención está ahora en el efecto que esa crisis está teniendo en la población.
“Estamos preocupados en esta etapa, muy preocupados por la crisis humanitaria que está evolucionando en Venezuela”, dijo Bill Murray, vocero de la institución.
Aunque la semana pasada el presidente Nicolás Maduro anunció que su país iniciaría un proceso para reestructurar su deuda, el gobierno no ha solicitado apoyo del FMI en esta tarea, a pesar de ser miembro con pleno derecho.
“No hemos tenido solicitud para apoyo por parte de Venezuela, ni tenemos nada que ofrecer en el tamaño y la substancia que ese apoyo podría requerir”, indicó Murray al ser cuestionado al respecto.
SANCIONADOS, FUERA
Por otra parte, autoridades del gobierno de Venezuela prometieron a inversionistas invitados a Caracas para discutir una reestructuración de deuda, que funcionarios sancionados por EU no participarán en dicho encuentro, dijeron tres fuentes.
La medida surge al tiempo que acreedores avanzan en las gestiones para determinar si PDVSA cayó en incumplimiento de pagos y una vez que el Tesoro estadounidense advirtió lo “problemático” que sería para inversionistas tratar con dos negociadores principales de Venezuela que figuran en listas negras de Washington.