El maestro experimenta
ES UNO de los escultores mexicanos más exitosos de nuestros días. Ha expuesto en diversos países, uno de ellos Italia, donde a sus piezas de bronce les pusieron el sobrenombre de “manchas de leopardo”.
Esas manchas se han vuelto parte del estilo del maestro Marín. “Las manchas aparecen porque uso bronce mexicano que es bronce de recuperación —es decir, que viene de la fundición de otras piezas como herramientas o llaves—, que tiene esta textura tan particular. Es un bronce manchado, sucio y me parece que eso lo hace vivo”.
Además de bronce, Marín ha impuesto en su estilo el uso de materiales orgánicos. Mezcla resina con amaranto y eso crea obras muy particulares, de varias caras y colores. Marín expone a partir de mañana en la galería Terreno Baldío la muestra Zonas Oscuras. No se trata de la clásica exposición de Marín: éste es un Marín experimental.
“Siempre me ha gustado ser legible para el espectador, tener un diálogo fácil, accesible”, dice, al explicar por qué su obsesión con la figura humana. “Todos tenemos una relación con nuestro cuerpo, es lo más inmediato que tenemos. Siempre he tenido un gusto especial por el volumen”, dice al hablar de su predilección por la escultura.
“Desde niño jugaba con plastilina o barro, siempre el volumen, lo asible. Creo que es la influencia de mi papá, que también era artista”. Pero las piezas de Zonas Oscuras no son sólo esculturas, ni son todas figurativas. Zonas Oscuras es Javier Marín experimentando.
Gran parte de la exposición es bidimensional: pintura, foto intervenida, series abstractas de momentos en el proceso de la creación de una obra.
“Siempre quise recuperar esas imágenes del proceso de creación, es una manera de recuperar la obra terminada”, añadió.
Para los aficionados a la obra de Marín tendrán un regalito: una obra monumental (6 metros de alto) en el patio de Terreno Baldío. Se trata de dos piernas de hombre talladas en madera que “con mucho esfuerzo”, se ríe el artista, lograron meter a la galería.
Esto es un experimento cuyos resultados, como suele ser, son inciertos. “Quiero ver cómo reacciona el público. No sé qué vaya a suceder. Normalmente puedo prever qué pasa con mi obra, ahora no sé”.
¿Y qué pasará si el público reacciona con entusiasmo ante esta nueva faceta de Javier Marín?
“No sé, quizá veamos más obra abstracta mía”, dice.
Terreno Baldío Arte Orizaba 177, Roma norte Inauguración: 10 de noviembre, 8 pm Entrada libre ¿MARÍN ABSTRACTO?