Trump retira credencial de seguridad a Brennan
La Casa Blanca lo acusa de un “comportamiento errático” sin especificar los detalles
LA CASA Blanca anunció que el presidente Donald Trump le revocó la credencial de seguridad al exdirector de la CIA John Brennan, en un gesto que rompe con la tradicional cortesía que se le extiende a jefes de la inteligencia estadounidense.
El anuncio lo hizo la portavoz presidencial, Sarah Huckabee Sanders, al inicio de la rueda de prensa de la Casa Blanca la tarde ayer, citando lo que llamó “comportamiento errático”.
“Históricamente, los exjefes de las agencias de inteligencia y de aplicación de la ley han podido conservar el acceso a información clasificada después de su servicio gubernamental para que puedan consultar con sus sucesores sobre asuntos sobre los que puedan tener conocimientos especiales y como cortesía profesional “, dijo Sarah Huckabee. “Ninguna de estas justificaciones respalda el acceso continuo del señor Brennan a la información clasificada”, añadió.
“El señor Brennan ha usado su posición como exfuncionario de alto nivel con acceso a información altamente sensible para hacer una serie de infundadas e indignantes alegaciones, arrebatos violentos en Internet y televisión sobre esa administración”, argumentó. Brennan ha sido un fuerte crítico del presidente Trump. En enero del 2016, dejó su puesto al frente de la Central de Inteligencia, sin esperar a que el nuevo mandatario nombrara a su sustituto, como suele hacerse con cada cambio de gobierno en Washington DC.
La vocera indicó también que se está evaluando la situación de otros exfuncionarios. La lista de personas cuyas credenciales están “bajo revisión” son: el exdirector del FBI James Comey (despedido por Trump); el exdirector de Inteligencia Nacional James Clapper; el exdirector de la CIA Michael Hayden; la exasesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Susan Rice; el exsubdirector del FBI Andrew Mccabe, y la ex vicefiscal Sally Yates, estos dos últimos también despedidos por el presidente.
Todos ellos tienen en común que han criticado a Trump y algunas de sus políticas. La decisión presidencial es vista como un castigo por esas expresiones.