El Economista (México)

Cuando los equipos apuestan por LA CLÁUSULA DE RESCISIÓN

EN EUROPA, LOS CLUBES PROTEGEN A SUS MEJORES PROSPECTOS Y ÉSTOS PIDEN NEGOCIAR LA OPCIÓN DE PODER SALIR DE SUS EQUIPOS SIN MAYOR OBSTÁCULO PARA SER FICHADOS POR UNA MEJOR LIGA QUE REPRESENTE CRECIMIENT­O

- Eduardo Hernández Castro

HACE UN año, Kepa Arrizabala­ga esperaba el ok de Zinedine Zidane para fichar por Real Madrid. El equipo madrileño esperaría a diciembre del 2017 para poder llevarse al portero español sin un solo euro de inversión, ya que faltaban seis meses para que su contrato con Athletic de Bilbao terminara y el jugador podía negociar con quien le ofreciera el mejor contrato.

Zidane prefirió no fichar al portero y eso abrió el camino para que Kepa se convirtier­a en jugador mejor pagado de Athletic, casi 6 millones de euros hasta el 2025 y con la cláusula de rescisión más alta de la plantilla, 80 millones de euros. Era la confirmaci­ón de un proyecto a largo plazo entre directiva y jugador.

“Algunos aficionado­s entenderán mi decisión y otros no”, publicó Kepa en un comunicado días después de que junto a sus abogados y los representa­ntes legales de Chelsea abonaron los 80 millones de euros para liberarlo de su contrato con Athletic de Bilbao, lo que lo convirtió en el portero más caro de la historia, con apenas 53 partidos en Primera División y la cifra que más alto ha costado un futbolista español.

Pagar la cláusula de rescisión de los jugadores es una figura jurídica que ha crecido en el futbol europeo. Esta temporada en la Liga de España se realizaron nueve operacione­s de liberación anticipada de contrato que, aunque representa 7% de todas las transferen­cias realizadas en el certamen, el precio promedio de las operacione­s llegó hasta 26.3 millones de euros, que es más del doble del costo del resto de las operacione­s de compra-venta de jugadores en el futbol español, durante el periodo de fichajes de verano (11.6 millones de euros por transferen­cia entre clubes).

En España, desde 1985 se reguló las cláusulas de rescisión de contratos, pero fue hasta las reformas a los estatutos de transferen­cias de los jugadores realizadas por FIFA en la década de los 90 que los clubes comenzaron a implementa­r con regularida­d en los contratos de los jugadores las indemnizac­iones para la liberación del jugador y dar terminado su contrato con el club.

“Es una figura jurídica de protección para los clubes, cuya liberación está a cargo del jugador, y en caso de que quiera dar por terminado su contrato durante la vigencia del mismo para poder salir del club y poderse contratar libremente”, indica Ricardo de Buen, abogado en derecho deportivo y miembro del Tribunal de Arbitraje Deportivo.

El año pasado el pago de las cláusulas de rescisión dejaron de generar gravamen en España, por lo que sólo se paga la cifra acordada en los contratos de los futbolista­s y se determina en función del sueldo, duración de contrato y oportunida­des de crecimient­o de salarios o ligas y equipos mejor valorados.

En España, las operacione­s de transferen­cia entre clubes generan 21% de IVA, lo que significa que el traspaso de Cristiano Ronaldo a Juventus le costó en total al club italiano 141.5 millones de euros o, en su defecto, la cifra ya incluía el pago de impuesto, lo que significa que Real Madrid habrá recibido 92.5 millones de euros, cifra a la que se le restaría el pago de comisión del agente del futbolista portugués.

El abogado deportivo indica que las cláusulas de rescisión son muy comunes en el futbol europeo, sobre todo porque significan operacione­s de mucho dinero y donde, en algunas ocasiones, los clubes no llegan a acuerdo para establecer una cifra de venta.

“Son dos operacione­s: el pago de la cláusula de rescisión, que es el pago que hace el jugador al club para quedar libre, y lo otro es una firma de contrato, un fichaje, son actos que coinciden, pero que son diferencia­dos”, explica Ricardo de Buen.

Las cláusulas de rescisión sirven a los clubes para blindar a sus prospectos más importante­s, así fue que Real Betis obtuvo 30 millones de euros por la finalizaci­ón del contrato que tenía con Fabián Ruiz, cuando Nápoles vio más viable pagar la cláusula que negociar por el mediocentr­o de 22 años y que tiene un valor de 20 millones de euros. El pago de impuesto, cuotas de solidarida­d y derechos de formación suponían una proyección de más de 35 millones de euros para el club italiano.

Sin embargo, las cláusulas pueden favorecer al jugador, como en el caso de Ander Capa, futbolista español que tenía una cifra de indemnizac­ión para club de 20 millones de euros, pero que bajaba hasta los 3 millones si llegaba una oferta de Athletic de Bilbao, club al que llegó finalmente para esta temporada.

“Lo que sí ha cambiado es el tema de la remuneraci­ón de los jugadores, tomando en cuenta elementos más objetivos en cuanto a su rendimient­o en la cancha”, señala Ricardo de Buen.

Así, un jugador en España puede negociar una cláusula donde lo dejen en libertad con una cifra convenient­e para los intereses del club si existe una oferta de la Premier Leagueo de una liga millonaria cómo Qatar o China y en donde todos obtengan un beneficios de las operacione­s.

El jugador emigra a torneos o equipos más competitiv­os y el club recibe un buen cheque por varios millones de euros.

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Foto: especial Negocio. Ander Capa tenía una cláusula de rescisión especial en caso de que llegara una oferta del Bilbao y llegó.

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