Estrategia digital registra avance lento
Chihuahua tiene una coordinación de política digital, y Guanajuato, una estrategia de conectividad.
CONSTRUIR UNA Estrategia Digital Nacional (EDN) y darle cumplimiento ha resultado una misión complicada para el gobierno federal. Sus objetivos se comprenden poco y los avances son escasos o no se notan desde que la actual EDN se instituyó el 25 de noviembre del 2013; y los recortes o modificaciones a su presupuesto anual han acentuado la percepción de que la agenda digital de México está en detrimento.
A escala regional o local, el escenario no es distinto. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), por ejemplo, tiene el diagnóstico a febrero del 2018 de que ninguno de las 32 entidades y los más de 2,400 municipios que integran la federación han ideado y/o ejecutado al mismo tiempo con éxito algún tipo de política pública para transformar a sus ciudades en lugares inteligentes y sostenibles. En América Latina sólo Argentina, Colombia, Uruguay y Chile tienen casos avanzados en cuanto a estrategias digitales.
Chile es el país con el que México se mide en avances de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Ellos realizaron en julio un simposio sobre cómo empatar la innovación tecnológica con la educación pública nacional y regional, y sobre cómo permear términos o explotar otros adelantos como la inteligencia artificial, blockchain y el big data en las actividades diarias; en tanto, México discute todavía el grado de penetración de los accesos a Internet.
FACTORES
Las causas de que México se encuentre a medio camino de completar sus “objetivos digitales” tiene que ver con varios factores, como el desatino de encargar esta misión a funcionarios de escasa visión y con gestiones que no son transexenales; además, la EDN tiene en el 2018 un presupuesto de 21.4 millones de pesos.
Especialistas refieren que por ello en los mexicanos ha trasminado la idea de que la EDN es una ventanilla única que facilita por la vía electrónica los trámites oficiales, como las actas de nacimiento. Pero una estrategia digital tiene que ver también con acceso universal a la salud, educación, cultura y el fortalecimiento de los derechos ciudadanos, y todo eso con el apoyo de la tecnología.
Este tipo de política pública debe tener como misión principal el fortalecimiento de los derechos fundamentales y con obligación para los tres principales órdenes de gobierno, y no dejar todo en manos o rectoría de la Federación, planteó Jorge Fernando Negrete Pacheco, director de Mediatelecom Policy & Law.
INICIATIVA
La UIT, a través de su iniciativa Unidos por las Ciudades Inteligentes y Sostenibles, cuenta con una serie de indicadores fundamentales de rendimiento para ciudades inteligentes, pero ningún territorio de México es todavía elegible por no cumplir con esos indicadores mínimos.
“Muy pocos estados o municipios destacan, pese a que gozan de autonomía política y de la capacidad de hacer sus propias leyes y reglamentos con el fin de mantener el orden social, político, económico y ambiental. En ese sentido, las actividades de desarrollo deben echar mano de las TIC, a través iniciativas incluyentes y con incentivos para academia y sector privado”, destacó Sandra Rodríguez, de Jurídica en Telecomunicaciones.
En México, algunas entidades han presentado apenas avances en la materia, pero sin convertirse en referente. Chihuahua cuenta con una coordinación de política digital y Guanajuato tiene una estrategia de conectividad para municipios sin energía. Monterrey, Guadalajara, Tijuana y la capital del país tienen lo suyo. Aunque en ocasiones no se tiene el diagnóstico adecuado de la agenda digital, enfatizó Gisela San Juan, especialista en temas TIC.