El día en que 350 periódicos despertaron a Trump
En el espectáculo de Trump hay algo que falla, el presidente de Estados Unidos. En las batallas generadas de Trump hay una en la que no encuentra la salida, la que emprendió contra las agencias de inteligencia desde su campaña.
Entre sus desprecios favoritos, los medios que no muestran hechos alternativos.
A la diplomacia le encuentra forma de juguete; a la guerra, olor de perfume; a Twitter, la plataforma de la oclocracia.
Fue Franklin D. Roosevelt, presidente estadounidense durante la época de la Segunda Guerra Mundial, el que habló de cuatro libertades: la libertad de culto, la libertad de vivir sin penuria, la libertad de vivir sin miedo y la libertad de expresión.
Trump utiliza al miedo como herramienta de polarización social y a los medios, como agencias de publicidad.
Ayer, 350 periódicos estadounidenses despertaron a Trump con un #Enemyofnone. El 17 de febrero del 2017 a las 4:48 de la tarde el presidente escribió un tuit que borró minutos después: “Los medios fake news nos son mis enemigos, son enemigos de la gente!” Trump comprendió que el silogismo mostraba un error. Si los medios son enemigos de la gente pero no de él, entonces él no es uno más de los que integran su famosa “base electoral”.
El vector editorial o pensamiento único (por un día) de 350 periódicos reforzó la idea de que los medios “no son enemigos del pueblo”. Muy temprano, Trump se despertó sabiendo que un frente de periódicos le quería enviar un mensaje.
Sin levantarse de la cama, probablemente, ingresó a su agencia de publicidad favorita (Twitter) para defenderse con mucho orgullo: “Los medios de comunicación falsos son el partido de la oposición. Eso es muy malo para nuestro gran país, pero vamos ganando!”.
Trump pasó por alto dar crédito a la frase: “Los medios de comunicación son el partido de la oposición”. El autor de ella es Steve Bannon, el álter ego del presidente de Estados Unidos quien, por cierto, se encuentra en Bruselas planeando la destrucción de la Unión Europea durante las próximas elecciones parlamentarias a celebrarse en mayo del 2019.
Si Roosevelt comprendió que, frente al Holocausto, los medios no podían traicionar su razón de ser, Trump traiciona uno de los cuatro pulmones de la libertad con tal de romper con lo establecido. Auténtico espectáculo escatológico.
Como preámbulo de la acción concertada por 350 periódicos encabezados por The Boston Globe, nos topamos con la bienvenida a Helsinki que le dio el periódico Helsingin Sanomat al presidente de Estados Unidos. “Mr. President, welcome to the land of free press”.
Al caminar por las pacíficas calles de Helsinki, uno se daba cuenta que la campaña publicitaria consistía en 280 carteles con varias dedicatorias. Una más era: “Trump calls media enemy of the people”. El evento estelar fue la reunión entre Vladimir Putin con Trump el lunes 15 de julio.
Otra campaña, aunque menos visible en la capital de Finlandia fue la de Amnistía Internacional. En algunas esquinas se pudo leer: “Make human rights great again”.
En efecto, otra vez la frase del momento y quizá la que identifique al gobierno de Trump: los medios como enemigos del pueblo. El auténtico partido de la oposición.
La verdadera batalla
En la semana pudimos ver a un Trump un tanto nervioso, rudo. Llamó “perra” a Omarosa Manigault, exasesora y concursante del reality conducido por Trump, El Aprendiz. Su lenguaje ya no genera sobresaltos como ocurría durante su campaña. Mala señal pues refleja que el proceso de asimilación ha sido exitoso. Es decir, nos hemos acostumbrado.
Lamentable también, la decisión de degradar al que fuera director de la CIA en época de Obama, John Brennan. Como también resultó lamentable el trato que recibió el agente Peter Strzok al ser despedido del FBI. La actitud de Trump hacia agentes de inteligencia, en particular, los que han estado ligados al fiscal Robert Mueller, refleja cierto nerviosismo del presidente. Impone la fuerza del poder presidencial para tratar de disipar el caso que investiga Mueller, el posible acercamiento de Trump a Rusia para buscar estrategias electorales. Sin embargo, no lo está logrando.
Strzok es el tercer agente marginado de la investigación sobre las elecciones del 2016. James Comey y Andrew Mccabe, número uno y dos del FBI, respectivamente, fueron exhibidos por Trump como concursantes de su programa de televisión. Strzok pasó al área de Recursos Humanos de la agencia en el verano pasado después de que se conocieran los mensajes que escribía en Whatsapp contra Trump. Trump se burló de él al decir que Lisa Page, con la que chateaba, y él, eran los amantes del FBI.
La verdadera batalla de Trump es con el FBI y la CIA. Corre peligro y lo sabe. A los medios decomunicación, Trump los confronta con la sociedad. De ahí la campaña de los 350 periódicos. Pero es Mueller el que puede sacar a Trump de la Casa Blanca.
Los medios fake news no son mis enemigos, son enemigos del pueblo”.
Donald Trump, tuit borrado el 17 de febrero del 2017.