TECNOLOGÍA, MOTOR DE CAMBIO

En las últimas cuatro décadas ha llegado a más segmentos que en las 8 previas desde que, en el siglo pasado, se inventó el primer vehículo

Cuando Karl Benz patentó su triciclo en 1886 (considerado el primer vehículo impulsado por un motor de combustión en el mundo), nunca imaginó que su invento revolucionaría la movilidad a escala global, y mucho menos, que se convertiría en el dueño de cada metrópoli. Tan solo el Foro Internacional del Transporte de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos), celebrado en 2011, se estima que para el año 2050 el número de vehículos en el mundo podría alcanzar los 2,500 millones.

Pero sin la tecnología desarrollada por la industria automotriz no hubiera sido posible su crecimiento. En un siglo hemos pasado de conducir vehículos con ruedas de madera a rines de aluminio.

La inversión necesaria para los adelantos que harán más seguros y confortables a los automóviles se cuenta por cientos de millones de dólares, pero la masificación permite la reducción de costos, y por tanto, de que se equipen en más segmentos. Esto es tan claro como el hecho de que un invento como los frenos ABS se puede encontrar en un subcompacto cuando en la década de los años ochenta estaba reservado para autos del tamaño y costo de un Mercedes-Benz.

Y lo que depara el futuro es aún más interesante con ciudades en las que la conducción autónoma regirá a la movilidad y que provocará que los vehículos dejen de ser una propiedad individual a un bien colectiva.

Por ello vale la pena hacer una reflexión sobre la apasionante industria del automóvil y el gigantesco crecimiento que ha tenido de la mano de la investigación y el desarrollo. Así comparemos un auto que marcó a una época como el Volkswagen sedán por su bajo costo y sencillez mecánica con uno actual del segmento de los Compactos como el Nissan Versa, el número uno en ventas el mes pasado según datos de la AMIA (Asociación Mexicana de la Industria Automotriz).